Boletìn Internacional / Edición 198 / Mayo 2019

El estado actual de la crisis del régimen fascista del estado turco, que se ha profundizado bajo el gobierno fascista política islámica del AKP , está marcado por las facetas de doble quema: una crisis económica que sacude la vida de millones y una crisis política de una dictadura que se debilita y convertirse más agresiva en sus últimos días. Se han abolido las libertades políticas, se han liquidado las instituciones y los mecanismos democráticos, los demócratas y los revolucionarios en la búsqueda de canales organizativos para llegar a la clase obrera y los oprimidos enfrentan la tortura y la cárcel, el pueblo kurdo está bajo el peligro permanente de una guerra colonialista por parte del estado. Más de 600.000 obreros y trabajadores perdieron sus empleos en un año. Día a día aumenta la ira de la clase obrera y los oprimidos contra el régimen fascista.
En estas circunstancias, el Primero de Mayo, día de la unidad, la lucha y la solidaridad de los obreros, se ha celebrado con mítines y manifestaciones de masas en las ciudades de Turquía y el Kurdistán. En muchas ciudades las masas acudían a las plazas con sus demandas concernientes a todos los aspectos de la vida; Incluso en las ciudades donde el AKP tiene una base masiva fuerte, esta atmósfera de inquietud es bastante visible. Incluso más masas participaron en los mítines de este año que el año pasado y los sindicatos que se resisten se fortalecen entre los trabajadores que trabajan especialmente en los sectores más afectados por la crisis económica. Los intentos de los socialistas y revolucionarios de varias organizaciones, a pesar de los ataques de la policía, de marchar en la histórica plaza Taksim, que es la ruta tradicional del Primero de Mayo que ahora está prohibida para cualquier actividad política, también expresa la creciente voluntad de resistir dentro de los movimientos de masas.
Todas estas movilizaciones masivas para el Primero de Mayo en todo el país demostraron una vez más la búsqueda de un nuevo camino contra el fascismo; como las masas nunca se han sometido a pesar del hecho de que el fascista AKP gobernó con masacres, terror y encarcelamientos en masa para aplastar los movimientos de masas democráticos y revolucionarios en los últimos 4 años después de la masacre de Suruç el 20 de julio de 2015. Pero en el transcurso de los años, la lucha antifascista se debilitó debido al terror estatal sin precedentes. Mientras que las fuerzas revolucionarias en las ciudades y montañas intentaron adaptarse a las condiciones de vigilancia total, las masas antifascistas siguen respirando pero continúan expresando sus demandas en cada momento posible de acción, como en el Primero de Mayo.
Una de las razones que se suman a los mítines del Día de Mayo más concurridos de este año son los resultados de las elecciones locales. La pérdida de los municipios de ciudades importantes y decisivas como Estambul y Ankara por parte del AKP ha sido una fuente de motivación y moral para las fuerzas democráticas en todo el país. Pero, por supuesto, cualquier ganancia política no ganada por la lucha de las masas en las calles puede ser fácilmente recuperada por la dictadura fascista. Y eso fue lo que pasó después. La cancelación forzada de las elecciones locales por parte del AKP y el anuncio de las reelecciones ahora desafían a las fuerzas antifascistas en todo el país.
El partido opositor en las elecciones al alcalde de Estambul, el chovinista CHP , demuestra con cada nuevo desafío que es un partido reaccionario burgués que no contribuye a la guerra antifascista, sino a la pérdida de energía y concentración. Es obvio que dentro de la base de CHP existe un potencial antifascista que, por ejemplo, llenó las calles justo después del anuncio del AKP de reelecciones ilegítimas. Sin embargo, este potencial es utilizado por la CHP, que declaró después de este anuncio que va a prepararse para las reelecciones y llamó a la gente a mantener la calma y terminar las protestas en las calles. Quiere que la resistencia popular disminuya manteniendo viva la ilusión de victorias electorales. El potencial objetivo anti-AKP y antifascista debe realizarse de manera revolucionaria y esto requiere un posicionamiento decidido y vanguardista de todas las fuerzas democráticas y antifascistas organizadas, especialmente dentro del HDP.
En este sentido, la resistencia iniciada por los huelguistas de hambre en las cárceles con la acción de vanguardia de la diputada del HDP Leyla Güven para romper la política de aislamiento fascista sobre el líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan desempeña un papel crucial para derrotar al fascismo. Esta resistencia, llevada a cabo ahora por miles de presos y activistas también más allá de las fronteras de Turquía, conlleva esperanza y determinación, la voluntad de luchar contra todas las fuerzas antifascistas que sufren durante años los ataques del estado permanentes. En esta lucha, las madres de los presos en huelga de hambre también desempeñan un importante papel para romper el hielo. Nuestras madres con sus bufandas blancas simbólicas se movilizan todos los días frente a las cárceles y llenan las calles para llevar las voces de sus hijas y hijos afuera y forzar al estado a dar un paso. Mientras que la huelga de hambre continúa de manera más decidida y 30 prisioneros del PKK y PJAK convirtieron su acción en un ayuno estricto, la resistencia alcanzó los primeros éxitos: después de una breve visita de su hermano meses atrás, el estado permitió a los abogados de Abdullah Öcalan visitarlo después de años de aislamiento total. Pero no se hizo ninguna declaración del estado y esto parece nada más que un paso de una sola vez para manipular la resistencia.
La conclusión de todas las lecciones en este período de lucha antifascista es que lo que importa es la resistencia. Las fuerzas revolucionarias y democráticas no pueden confiar en partidos burgueses como el CHP, sino en su propia fuerza. El régimen principal de Erdoğan está en una profunda crisis y con cada intento desesperado de rescatar su existencia, crecerán cada vez más oportunidades revolucionarias. El mensaje del 1 de mayo y las resistencias en torno a las huelgas de hambre es unir a la clase obrera y los oprimidos, avanzar contra el fascismo y sostener la bandera de la resistencia y el honor.