Problemas de la lucha antiimperialista y nuestras tareas
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Contribución al Seminario Comunista Internacional en Bruselas, 2 - 4 mayo 2004

Las contradicciones principales del imperialismo siguen agudizándose. Las demagogias de la burguesía imperialista y sus teóricos, todas las teorías liberales de izquierda y de derecha que se basen en este concepto como también las esperanzas resultadas de las promesas del nuevo orden mundial imperialista, ya fracasaban desde hace mucho. ¿Qué es lo que fue prometido después de 1989-1991, quiere decir después de la derrota de la Unión Soviética social imperialista y del bloque revisionista? Prometieron libertad, democracia y bienestar. Trataban de dar la gente esperanza. Pero la realidad era totalmente diferente. Ninguna de las promesas podía ocultar que las contradicciones principales del sistema iban agudizándose. Una vez más se muestra con toda claridad que la clase obrera y los trabajadores están frente a dos alternativas: barbarie imperialista o socialismo. La misma vida mostró la quiebra ideológica del imperialismo.

Los ataques imperialistas aspirando a esclavización económica y política también profundizan su reacción política. Tal intensificación de la esclavización imperialista financiera-económica-política lleva a una agudización extrema de las contradicciones entre la burguesía imperialista y los pueblos. Depido a eso maduran las condiciones objetivas de las luchas de los pueblos en las neocolonias contra el imperialismo y surge la unificación completa de la burguesía monopolista colaboradora de los países coloniales con la burguesía imperialista. A causa de eso se alienan por completo de la nación y pierden todas sus características nacionales. A un lado, se oprimen las capas de la burguesía media, y al otro lado están forzadas a rendirse al imperialismo al volverlas en un apéndice inseparable de la internacionalización capitalista. La burguesía monopolista colaboradora somete los pequeños dueños de propiedad y los productores pequeños a una explotación capitalista imperialista aun más extrema y así les desolvió aun más rápido. Estas condiciones generan y resfuerzan la base material por revoluciones antiimperialistas las cuales serán una consequencia de las contradicciones agudizándose entre el imperialismo y los pueblos oprimidos.

En resumen: los países imperialistas persiguen una política de rearmamento militar, de militarismo y de colonialismo. Tienen todo tipo de armas nucleares, químicas y tradicionales. Organizan violencia contrarevolucionaria reaccionaria; en su propio país organizan la reacción por dentro y en el extranjero colonialismo y agresión imperialista. Cercan y combaten todas las formas de resistencia, organizaciones y la lucha legítima de la clase obrera y de los pueblos oprimidos quienes están defendiendo la violencia revolucionaria.

La ocupación imperialista, dominancia y ataques neoliberales daban lugar a condiciones materiales más favorables de la lucha del proletariado internacional para revoluciones antiimperialistas, democráticas y socialistas contra el imperialismo. Se volvieron más favorables las condiciones socio-económicas para la toma de la dirección de las luchas de los pueblos contra el imperialismo y su unificación por una oleada antiimperialista para la revolución mundial por el proletariado. A un lado, la situación acutal exige más y más fuerte la acción y unidad internacionales del proletariado revolucionario, de los pueblos y la vanguardia comunista por el triunfo de la revolución. Federaciones regionales como forma de la fraternidad de los pueblos han logrado una importancia especial tanto por las razones mencionadas arriba como también al impedir que los imperialistas y la burguesía local enredaden a los pueblos en los conflictos chauvinistas. Especialmente en regiones como el Medio Oriente, en los Balcanes y en el Cáucaso se exige tales federaciones porque allá están más intensivas las agresiones y guerras imperialistas. Nuestro partido lucha por una federación revolucionaria de todos los pueblos de nuestra región. Aunque siguen madurando más y más las condiciones por acciones unidas e internacionales las revoluciones van a desarrollarse de manera desigual. Nuestro partido presenta el programa para la unidad federativa de los pueblos para las revoluciones de los pueblos de nuestra región que triunferán al mismo tiempo o no al mismo tiempo y tratará de conseguir este posible fin.

En el nuevo periodo, los hechos como el imperialismo yanqui siguiendo a desarrollar el militarismo, métodos de conducir la guerra imperialista y del terror; la competencia por la redivisión agudizándose entre los monopolios y Estados imperialistas en el ámbito de las relaciones internacionales, inevitablemente dan lugar a una agudización de las contradicciones entre los Estados imperialistas y aumentan el peligro de una guerra imperialista de redivisión. Por consiguiente, el proletariado está comprometido a combatir en primera fila contra agresión imperialista y política de guerra, en primer lugar contra los EEUU, y contra el riesgo de una nueva guerra imperialista de redivisión. Empezando con la Revolución de Octubre, las contradicciones y conflictos entre los imperialistas, la ley del desarrollo desigual del capitalismo han hecho posible el triunfo de la revolución en cada eslabón de la cadena imperialista, en otras palabras, en un sólo país, y siguen hacer lo posible. Como muestran la agresión imperialista y el proceso del desarrollo de las contradicciones entre los imperialistas, en la situación actual, además de revoluciones en un sólo país, aumentó la posibilidad por revoluciones regionales.

Hablando en general, las contradicciones principales del imperialismo agudizándose dejan madurar las condiciones objetivas de la revolución. Pero la lucha política, las preparaciones y el crecimiento de los partidos de vanguardia del proletariado en cada país y a escala mundial todavía no están absolutamente no suficiente para la nueva oleada revolucionaria maduranda en toda la tierra. La tarea más grande del día del proletariado internacional y de los comunistas es allanar el abismo entre estas dos condiciones.

Viene madurando una nueva oleada revolucionaria. A pesar del terror blanco, prohibiciones y violencias del imperialismo, del fascismo y de la reacción; de posibilidades avasalladoras y numerosos medios que tiene el sistema imperialista para establecer zu hegemonía sobre millones de obreros y manejarlos; de la relación de la derrota del campo revisionista moderno como "derrota del socialismo", de la derrota de Albania socialista y del hecho de que amplias masas fueron engañadas con estas ilusiones; a pesar de los golpes duros en el tiempo después de 1990, de la toma del rumbo del abandono ideológico y liquidación política de los partidos comunistas dirigentes y algunos partidos revolucionarios, del hecho de que la clase obrera y los pueblos en la mayor parte del mundo son privados a su vanguardia, a pesar de todo eso ni se enmudecieron los oprimidos ni fueron enterradas las banderas. Siguió la lucha por la libertad y el socialismo y desde hace mitades de los novento aun progresó. Además, la clase obrera y los oprimidos de los países capitalistas desarrollados, quienes después de romper el silencio han empezado, aunque no en la misma medida por todas partes, con acciones internacionales contra el ataque de la globalizaciób imperialista, acciones de solidaridad con los pueblos oprimidos y protestas contra los incendiarios de las guerras imperialistas, han embellecido y reforzado la situación. El deseo de las medios de comunicación de masas burgueses de poner el manto del silencio sobre las luchas del proletariado y de los pueblos, sobre todo sobre las luchas revolucionarias, no cambia la verdad de todos estos hechos. Muestran las acciones crecientes contra el imperialismo y sus colaboratores que madura a escala mundial la revolución.

Primero los pueblos musulmanes de Asia, seguidos por los obreros, trabajadores, jóvenes y mujeres de todo el mundo, han llevado a cabo acciones de masas grandes y amplias contra el ataque de los EEUU a Afganistán y contra la ocupación. En estas manifestaciones en las cuales el odio logró su punto culminante y en las han participado millones de personas, quemaban banderas norteamericanas y hubo marchas a representaciones de los EEUU. En Afganistán, el gobiernio encabezido por Kharzai, esclavo de los EEUU, no ha conseguido imponer su hegemonía. La coalición imperialista encabecida por el imperialismo yanqui ocupó Afganistán, pero no conseguió establecer su hegemonía en el país.

El Intifada palestinense se levanta de nuevo. En vez de doblegarse a la ocupación por Israel apoyada por Bush, el pueblo palestinense desarrolló una resistencia tenaz. Los asesinatos de líderes de la Hamas por el carnicero Sharon y el sionismo -apoyados por el imperialismo yanqui- no sólo no rompieron la resistencia de este pueblo oprimido sino aun reforzaron su odio contra el sionismo y el imperialismo y su anhelo a independencia.

Cientos de miles de proletarios y gente de muchas naciones y religiones diferentes han organizado protestas en varias ciudades contra la agresión del sionismo israelí contra Palestina, de Estambul a Cairo, de Tokio a Berlín, de Marrakesh a Paris, de Damasco a Atenas, de Dhaka a Roma, de Moscú a Pekín hasta Londres, en suma, en toda la tierra. La lucha por una Palestina libre y independiente todavía sigue con toda dureza.

Los ocupadores, quines habían pensado que serían bienvenidos con flores en Irak, eran bien sorprendidos en vista de la resistencia. Sin embargo aquí no hay razones para sorpresa: los iraquíes están defendiendo su propio país ante la ocupación imperialista. A pesar de los motivos religiosos, la resistencia en Irak es una resistencia contra el imperialismo, sobre todo contra el imperialismo yanqui. Lo que está desarrollándose en Irak es un movimiento antiimperialista y antiocupación con motivos nacionalistas, patriotas y religiosos.

Los pueblos de Palestina e Irak nos muestran el camino de la resistencia contra la ocupación imperialista. Hay que apoyar esta lucha y aprender de ella. El imperialismo yanqui y otros países imperialistas, quienes tratan de ocupar otros países, tienen que saber que van a vivir un síndrome parecido a lo del síndrome de Irak.

No debemos olvidar una cosa: los pueblos en Irak y Palestina ofrecen resistencia en nuestro nombre también; esa es una resistencia llevada a cabo en nombre de la clase obrera entera, de los pueblos oprimidos y de las naciones expuestas a injusticia del mundo. Esta resistencia obstaculiza la agresión de los Estados Unidos y de los demás imperialistas; debilita al imperialismo y tiene un papel de conmoverlos hacia renunciar en cuanto a su hegemonía y sus agresiones.

Ecuador, Colombia, Venezuela, Argentina, Perú, México, Korea del Sur, Sri Lanka, Indonesia, Nepal, Palestina, Argelia, Turquía y Kurdistán del Norte e Irak son algunos de los países en los que está aumentando la lucha contra el imperialismo y sus colabaradores nativas. No sólo las naciones oprimidas de Asia, Ífrica y América Latina están luchando contra el imperialismo. Como muestran el movimiento contra la guerra y el movimiento antiglobalización, también están de pie la clase obrera y los trabajadores de los centros imperialistas. Millones de personas en toda la tierra protestan contra los ataques neoliberales y hacen claro que están en búsqueda por un mundo nuevo.

Salen a las calles millones de obreros y masas de trabajadores y están en búsqueda por una alternativa. Porque están viendo que los partidos burgueses no les pueden ofrecer ninguna alternativa, y no les confían a ellos. Las masas están dispuestas a la lucha y a nuevas organizaciones. Según su naturaleza, el movimiento contra la globalización imperialista, desarrollándose en forma de odio y protesta contra las devastaciones nefastas económicas y sociales del ataque de la globalización imperialista, es antiimperialista y también tiene un aspecto anticapitalista; aunque está restringiendo sus objetivos contemporaños con protestas contra el FMI, el BM y el OMC.

El problema fundamental, la falta de lógica y el handicap de este movimiento consiste en la restricción del movimiento en su composición actual a los instrumentos y consequencias del ataque de la globaliización imperialista, mejor dicho, le falta la perspectiva y el objetivo de conquistar el poder del Estado. Pero se debe y se puede salvar esta situación. Claro que eso sólamente puede ser conseguido a través de participación activa y la movilización de empeño y trabajo desarrollando la hegemonía revolucionaria del proletariado dentro del movimiento, no es posible a través de criticar las acciones masivas internacionales desde fuera.

Hoy en día, el marco de la lucha del proletariado contra la burguesía se ha internacionalizado aun más. La práctica indiferencia hacia el movimiento contra la globalización imperialista o una actitud sectaria de manera de quedarse aparte, por cualquiera que sean las razones, significan ambos alejamiento del empeño de dirección de los comunistas y una manera miedosa de acercarse a las posibilidades de desarrollar el internacionalismo proletario como también una escasez nacional sin rodeos.

Tareas internacionales ardientes de los comunistas: la lucha del proletariado y de la vanguardia comunista es internacional por su naturaleza. Como también hemos mencionado arriba, bajo las condiciones actuales del mundo, han aumentado el papel de las factores regionales e internacionales en la revolución proletaria; las condiciones para acciones internacionales, la fuerza del impacto regional-internacional y la posibilidad de la revolución en un sólo país. Esto también incluye que las tareas de la lucha internacional y la organización internacional del proletariado y del movimiento comunista tienen una importancia más grande y han crecido.

Hoy le hace falta al movimiento internacional del proletariado la vanguardia comunista que lo guiará a la dictadura del proletariado y al socialismo. El hecho ese no sólo impide el movimiento de desarrollarse de manera revolucionaria en cada país sino también debilita su acción y organización internacionalistas.

Actualmente, el movimiento comunista internacional se encuentra en una crisis ideológica y organizativa.

El movimiento comunista internacional tiene que generar y seguir desarrollándo tanto a escala nacional como también a escala internacional la unidad y organización internacional de las masas proletarias y trabajadoras junto con las tareas de guiar su lucha para la revolución y el socialismo contra imperialismo y reacción.

Para nuestro partido desarrollar la unidad ideo-lógica y organizativa y las acciones internacionales del movimiento comunista son una tarea de principio e inaplazable.

Hoy se plantea la tarea urgente de desarrollar firmemente la unidad internacional de las organizaciones comunistas y de las organizaciones revolucionarias abiertas ante el comunismo. La unidad internacional hoy en día únicamente puede ser conseguida por la persepctiva de crear la unidad ideológica y organizativa en la base política del desarrollo de la acción internacional del proletariado y de los pueblos. Indudablemente, el objetivo organizador consiste en construir la Internacional Comunista.

Los partidos y organizaciones comunistas o abiertos ante el comunismo debían evitar todo tipo de sectarismo y la falta grave de prejuicios, de aquilatar si un partido sea comunista o no antes de haber puesto se directamente en contacto con esta organización o sin haber analizado el contenido de sus acciones. Hoy, eso es la componente más importante de la responsabilidad comunista.

Los partidos, organizaciones y grupos comunistas tienen el deber de ponerse en contacto con todos aquellos partidos, organizaciones y movimientos, tanto para crear una unidad internacionalista proletaria como también para crear un frente o una unidad de lucha internacional antifascista antiimperialista. También deben ponerse en contacto con los autores, periodistas, intelctuales y científicos quines muestran una actitud firme y continua contra imperialismo y fascismo.

No sólo las organizaciones mundiales o generales sino también las regionales están necesarias, valiosas y importantes tanto por la unidad comunista como también por la unidad y el frente antifascista antiimperialista.

Por eso:

Antes de todo tenemos que formar plataformas regionales unidas antiimperialistas contra imperialismo y fascismo junto con todas las demás fuerzas progresistas, antiimperialistas, antifascistas, revolucionarias y comunistas en las regiones donde están agudizadas extremamente las contradicciones de los imperialistas. Después tenemos que unir todas estas plataformas al nivel internacional. Por ejemplo hay que crear tales plataformas de lucha en los Balcanes, en el Medio Oriente, en el Cáucaso y en América Latina, donde las contradicciones entre los imperialistas son muy extremas.

Ha mostrado el proceso del desarrollo lo urgente que se exige la lucha unida antiimperialista y lo justo que es, en este sentido, la idea de una "Conferencia Medio Oriente" de nuestro partido.

Además hay que unir la lucha contra la guerra imperialista y la contra la política neoliberal. Pero debido a eso no se debe olvidar que esta lucha por la unificación al mismo tiempo es una lucha contra reformismo y pacifismo. En nuestra lucha contra las fuerzas reformistas y pacifistas, quienes encabezan la lucha contra la globalización imperialista y tratan de limitar la lucha dentro del horizonte del sistema y de verdad están defendiendo la idea del "Estado social" bajo el nombre de "otro mundo es posible", tenemos que recalcar al socialismo como la sóla alternativa y subrayar que "otro mundo" solamente será posible por el socialismo.

Bajo las condiciones de la globalización imperialista, la única opción contra el imperialismo, lo que, como fue mostrado suficientemente, sólamente está trayendo esclavitud económica y política, militarismo y guerra para la clase obrera y los pueblos, que está utilizando la globalización por los intereses especiales de los monopolios y Estados y que está provocando violencia por la agudización de la competencia imperialista y también por los conflictos en el mundo, es el internacionalismo proletario.

¡Viva el Internacionalismo Proletario!

¡Viva el Marxismo Leninismo!