Los acontecimientos en Semdinli[1], que se considera como un segundo Susurluk[2], muestran la situación en la cual esta el balance de fuerzas entre las fuerzas dominantes. Cuando ya no pudieron negar más el Estado en el Estado que apareció en los acontecimientos de Susurluk, se levantaron más y más voces exigiendo una "Turquía limpia". Ya es conocido el fin de este proceso: el Estado no es capaz de condenarse a si mismo, al Estado en el Estado, y por consiguiente las pandillas contrarrevolucionarias no tuvieron que rendir cuentas. Con Semdinli, el pueblo kurdo sorprendió el Estado en el Estado en flagrante delito. Una vez más se levantaron las voces por una "Turquía libre". Pero esta vez también el gobierno mostró que no tiene la fuerza suficiente para sentenciar el Estado en el Estado y las pandillas contrarrevolucionarias, en cuyo centro está el Estado Mayor.
El gobierno tuvo conflictos judiciales con el ejército y el Estado en el Estado y encargó el fiscal Ferhat Sarikaya, fiscal de la república en la ciudad de Van de dictar una acusatoria. La acusatoria de este fiscal sobre los hechos en Semdinli fue suficiente para poner los generales inmediatamente en marcha. Es la primera vez en la historia de la república de que tal acusatoria aparece en esta forma. La acusatoria describe exactamente lo que es el Estado en el Estado. Por la primera vez el Estado señaló con una de sus propias instituciones oficiales de que la jerarquía de bandas es una parte sistemática del propio Estado y el mismo Estado en el Estado. Esta acusatoria tiene el fin de investigar el jefe del Estado Mayor futuro porque él es el quién encabeza esta jerarquía.
La acusatoria causó mucho ruido, agudizó el balance de fuerzas entre las fuerzas dominantes y mostró una vez más la posición y el poder del ejército en la política.
El ejército hizo transmitir su mensaje desde más arriba: ¡Anden con cuidado, porque quién vaya hasta el fondo de esta cosa se encontrará con nosotros! Siguiendo la presión exigida por el Estado Mayor, los hombres del Estado dirigentes, los partidos burgueses y otras instituciones hicieron una declaración tras la otra donde anunciaron "unánimemente" porque hay que dejar aparte a Yasar Buyukanit, comandante de las fuerzas armadas, y el ejército de esta acusatoria y de que en el caso de que no se haga así significaría hacer daño al ejército. El gobierno se dobló. El presidente del servicio secreto de la policía fue suspendido de sus funciones después de su discurso ante la comisión parlamentaria por sus palabras "si hay ladrón en la casa entonces el asunto será difícil". Iniciaron una instrucción de la causa en contra del fiscal quien preparó la acusatoria. Finalmente, la "superioridad" del ejército, del jefe del Estado Mayor y de Yasar Buyukanit predominó sobre la "superioridad de la ley" y faltaba poco que el mismo gobierno, quien se atrevió a acusar el Estado en el Estado hubiera sido sentenciado. Este juego ha jugado ante los ojos de 70 millones de personas.
¿Qué nos mostraron los hechos de Semdinli?
Primero, una parte de las clases dominantes prefieren llevar a cabo la lucha en contra del Estado en el Estado, el terror de las pandillas de la contraguerrilla en el camino burgués judicial.
Segundo, estos círculos de las clases dominantes, que consideran legítimos todos los medios en la lucha en contra del "terrorismo" prefieren llevar a cabo esta lucha con la ayuda del Estado en el Estado y las pandillas contrarrevolucionarias y así pues se queda el Estado en el Estado y se cubren las pandillas contrarrevolucionarias. Los acontecimientos han mostrado lo grande que es el poder que tiene esta segunda parte de las clases dominantes. Después de los hechos de Semdinli el ejército, que está frecuentemente al orden del día a causa del ingreso a la Unión Europea, y que había perdido cierto prestigio en la política resultado de la presión ejercida por instituciones de la burguesía cercanas a la UE como por ejemplo TUSIAD , mostró una vez más de que tiene el poder de forzar el gobierno a retirarse y que él es quien tiene el Estado en sus manos. Ayer como hoy en día, es el ejército que encabeza la dictadura fascista.
La parte de la burguesía que esta en favor de la UE, aquellos que están por la "democracia" no tenían el coraje de tomar los acontecimientos en Semdinli y la acusatoria del fiscal como una oportunidad y de llevar a cabo una lucha organizada en contra del ejército, el Estado en el Estado y las pandillas contrarrevolucionarias por la "superioridad" de la ley. Dejamos a parte la lucha organizada por un momento, casi no dijeron ni una sola palabra.
El grito del jefe del Estado Mayor H. Ozkol y sus declaraciones de "él, Buyukanit ahora se volvió en un monumento más grande" (el apellido del general Buyukanit significa en turco "gran monumento") al mismo tiempo significa tener a distancia a alguien.
El presidente del Estado, quien no acepta ni una sola palabra en contra de la superioridad de la ley, estaba al lado del ejército desde el principio. El ejército tuvo contra el muro al primer ministro Erdogan, quien había dicho el 22 de noviembre 2005 durante su visita a Semdinli "quien sea que sea que sufrió daño, se investigará".
¡El hecho de que Semdinli afectó al ejército y a Buyukanit afectó a las declaraciones de Erdogan! Cada quien afecta a todos. Pero nadie está capaz de afectar a Buyukanit. Eso también es un hecho.
Porque atacar al ejército en el lugar más alto puede significar tanto el fin del ejército en la política como también un bloqueo de aquellos que están en el gobierno, quienes quieren ponerse a la cabeza del Estado.
Poner pleito al ejército significaría forzar el ejército a moverse dentro del margen de la justicia, aceptar la "superioridad" de la ley.
Eso significaría de que el ejército debiera renunciar a la misión histórica que se da a si mismo de quedar permanentemente en el poder. Además, si se queda sin éxito con afectar al ejército en el nivel más alto significaría estar expuesto al ejército. Quiere decir que el ejército cierre el camino para aquellos que afectan quienes quieren ponerse a la cabeza del Estado.
(1) En noviembre 2005, las contra fuerzas del Estado fueron sorprendidas en el hecho en la ciudad de provincia Semdinli en Kurdistán del Norte por la población kurda cuando estaban llevando a cabo un atentado con bombas. A base de ello, los trabajadores en Turquía, y sobre todo en Kurdistán del Norte, organizaron muchas acciones distintas con el fin de pedir cuentas por las acciones en Semdinli y obtener aclaración de los crímenes de la contraguerrilla.
(2) La opinión pública turca discute los acontecimientos en Semdinli como el segundo Susurluk (nombre de una población en la región egea de Turquía en el asunto en Susurluk se trata de un accidente del tráfico del 3 de noviembre 1996 en el cual salió a la luz la relación orgánica del triángulo mafia-Estado-política. Quiere decir, Susurluk se volvió en un sinónimo de la red de relaciones sucias y oscuras del Estado fascista
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