¡Hablar francés! ¿Qué nos enseñó la lucha en contra el Contrato del Primer Empleo?
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En Francia, millones de obreros, trabajadores y jóvenes ocuparon las calles en contra del Contrato del Primer Empleo (CPE). Esta ley, que da al patrón el derecho de despedir a la persona empleada recientemente durante 2 años sin ninguna indemnización, puso en pie a Francia. Empezaron los estudiantes a protestar, después sus padres les apoyaron y al final todos juntos terminaron luchando en contra del ataque neoliberal de la Francia monopolista-burguesa para conseguir la cancelación de la ley, a pesar de conflictos con la policía. No se puede decir que no tuvieron éxito en su lucha. Por consiguiente, el 11 de abril, los representantes políticos de la burguesía monopolista francesa, el Presidente del Estado Chirac y el Primer Ministro Dominique de Villepin tuvieron que retirar la ley.
Según las declaraciones del sindicato CGT, el día 4 de abril, donde había huelga general, participaron más de 3 millones en 195 acciones en todo el país y así mostraron su reacción en contra de la ley.
Solamente en París marchaban 700.00 personas. En Marsella 25.000, en Bordeaux 10.000; en Toulouse 80.000; en Nantes 70.000; en Grenoble 60.000.
56 de las 84 universidades en todo el país estaban cerradas a causa de las protestas y cada colegio participó en la huelga de los alumnos. La participación en las acciones de la semana anterior fue alrededor de 2,7 millones.
El movimiento de protesta en Francia mostró que el poder está en la calle. Ocuparon las universidades y las escuelas, en las calles se construyeron barricadas. Por la presión ejercida por los miembros, los sindicatos sentían la obligación de participar activamente en las protestas. El ataque brutal de la policía no intimidó a los manifestantes, al revés, les animó aun más. No es exagerado decir que predominó el espíritu de los años de 68.
La declaración de un representante de la burguesía monopolista francesa durante su conversación con el Primer Ministro Villepin "si se retira la ley ahora no haremos ninguna reforma en los 10 años que vienen. Eso no sería una buena señal" muestra, hasta que grado las protestas tenían impacto.
Esta ley era sólo el principio. La Unión de los patrones franceses Medef exige que la ley sea aplicada a todos los obreros. Es evidente de que el gobierno y los capitalistas destruyen los derechos sociales y planifican nuevas medidas neoliberales sin descansar para que la economía francesa refuerce su capacidad de competir a escala internacional. Pero el proceso no se desarrolló como quisieron.
Como hemos visto también en protestas anteriores, lo que hace falta en esta lucha es el liderazgo comunista.
Defender los intereses de la clase obrera, de las masas trabajadores y de la juventud y continuar la lucha por los derechos democráticos y económicos al transmitirlo a la lucha política no es posible con los sindicatos y partidos de izquierda existentes. Estas organizaciones son responsables en primer lugar de que la lucha tenga un carácter espontáneo. Ni el Partido Socialista ni el Partido "Comunista" son capaces de transformar esta lucha, en la cual participaron millones de personas, en una lucha en contra del sistema capitalista. Estas organizaciones no han exigido la caída del gobierno o la renuncia del Presidente del Estado, Chirac, ni durante las acciones de antes ni ahora. En vez de formular estas reivindicaciones, que fueron apoyadas por millones, estas organizaciones, a decirlo así, se pusieron de rodillas ante Villepin y Chirac para que se hagan algunas mejoras cosméticas de esta ley. Trataron de parar la lucha masiva con algunas concesiones y de impedir que la lucha se desarrolle fuera de control.
Hasta que el miembro del Partido Socialista y presidente de la organización más grande estudiantil UNEF, B. Juliard, anunció "queremos que el movimiento termine con las acciones, queremos discutir, queremos hablar con el Primer Ministro" para impedir el desarrollo del movimiento estudiantil. Así como los sindicatos la organización juvenil también está bajo el impacto de partidos reformistas y revisionistas como el Partido Socialista y el Partido "Comunista".
Así como en 1968, la clase obrera francesa, las masas trabajadoras y la juventud hoy también están confrontadas en sus acciones en todo el país, que incluye a millones de personas, con la cuestión de una dirección revolucionaria y comunista. En la traición del movimiento de los 1968, el Partido Comunista de Francia y el sindicato CGT, que está bajo su influencia, ocupan el primer lugar. Cuando el movimiento estudiantil estaba a punto de convertirse en una huelga general, se convirtió en la tarea de los revisionistas, y de los sindicatos bajo su influencia, de salvar el sistema burgués. Estos elementos, que querían controlar el movimiento participaron, según se afirma, en la lucha. El papel que han jugado en este tiempo también lo juegan hoy. Esta vez también participaron en las acciones con el fin de controlar y arrasar el movimiento. Si las acciones hubiesen continuando a recuperar fuerzas, hubiesen podido derrumbar el programa neoliberal representado por Chirac-Villepin y así el gobierno actual. En un caso así hubiese estallado una crisis política en Francia. Pero para la clase obrera la falta de perspectiva continúa pesar de eso. Quiere decir, no hubiera cambiado el carácter espontáneo del movimiento.
En Francia, las acciones de masas tenían una peculiaridad importante: a la clase obrera francesa y a las masas trabajadoras le falta una dirección revolucionaria y comunista y las acciones tienen carácter espontáneo.
Una segunda peculiaridad de estas acciones son el lado internacional de la organización y de la lucha: los problemas en Francia, que causan estas acciones, afectan también a la clase obrera, las masas trabajadoras, y la juventud de toda Europa, incluso en todo el mundo. El gobierno francés no está sólo al realizar sus leyes neoliberales. Detrás de el están los monopolios franceses y también monopolios internacionales y la UE. Su interés común consiste en liquidar los derechos sociales que habían conseguido luchando y garantizar la capacidad de competencia del capital monopolista a escala internacional. Por lo tal, los problemas con los cuales están enfrentados la clase obrera francesa y las masas trabajadoras, también son los problemas de la clase obrera y de las masas trabajadoras de otros países. La forma puede cambiar, pero el contenido es el mismo.
Como la clase obrera alemana o italiana, también la clase obrera francesa está confrontada con los monopolios internacionales. En las condiciones de la globalización imperialista no se pueden enfrentar ni en Francia ni en otro país los ataques neoliberales, como la privatización, desmontaje de derechos sociales etc. con una lucha limitada en las fronteras nacionales. La globalización imperialista lo hace más y más necesario e inevitable de que la lucha en contra del capital monopolista sea organizada y llevada y cabo internacionalmente también. En el margen del Estado nacional, el regreso a un "Estado social" ya no es más que un sueño. La lucha en contra de los ataques neoliberales, que son una expresión de la globalización imperialista, en cada país efectivamente es una lucha internacional.
Otra conclusión es:
Las protestas y ocupaciones han unido a los obreros y jóvenes de diferentes naciones, grupos étnicos y de creencias distintas y todo el mundo vio una lucha de muchas fuerzas diferentes, que llevaron a cabo esta lucha lado a lado como un cuerpo entero. Así las acciones rechazaron la xenofobia provocada por la burguesía en contra de los emigrantes y de los "que son diferentes". Esta fraternidad, la unión de clases vividas en Francia debe servir como ejemplo paro todos los países de Europa y del mundo. La clase obrera y los jóvenes en Francia han mostrado como se puede desbaratar la política de la burguesía "divide y vencerás", una política que genera prejuicios y atiza el racismo. La clase obrera francesa, las masas trabajadoras y la juventud han mostrado a la clase obrera del mundo cómo hay que luchar por los derechos sociales, cómo luchar unidos en contra de los ataques neoliberales y la gran importancia que tiene la calle en esta lucha. A pesar de que realmente le hacía falta una dirección revolucionaria comunista, han "hablado francés" en una lucha espontánea y hablando francés han mostrado de que sí se pueden parar los ataques neoliberales, aun que sea aún pronto.

 

 

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En Francia, millones de obreros, trabajadores y jóvenes ocuparon las calles en contra del Contrato del Primer Empleo (CPE). Esta ley, que da al patrón el derecho de despedir a la persona empleada recientemente durante 2 años sin ninguna indemnización, puso en pie a Francia. Empezaron los estudiantes a protestar, después sus padres les apoyaron y al final todos juntos terminaron luchando en contra del ataque neoliberal de la Francia monopolista-burguesa para conseguir la cancelación de la ley, a pesar de conflictos con la policía. No se puede decir que no tuvieron éxito en su lucha. Por consiguiente, el 11 de abril, los representantes políticos de la burguesía monopolista francesa, el Presidente del Estado Chirac y el Primer Ministro Dominique de Villepin tuvieron que retirar la ley.
Según las declaraciones del sindicato CGT, el día 4 de abril, donde había huelga general, participaron más de 3 millones en 195 acciones en todo el país y así mostraron su reacción en contra de la ley.
Solamente en París marchaban 700.00 personas. En Marsella 25.000, en Bordeaux 10.000; en Toulouse 80.000; en Nantes 70.000; en Grenoble 60.000.
56 de las 84 universidades en todo el país estaban cerradas a causa de las protestas y cada colegio participó en la huelga de los alumnos. La participación en las acciones de la semana anterior fue alrededor de 2,7 millones.
El movimiento de protesta en Francia mostró que el poder está en la calle. Ocuparon las universidades y las escuelas, en las calles se construyeron barricadas. Por la presión ejercida por los miembros, los sindicatos sentían la obligación de participar activamente en las protestas. El ataque brutal de la policía no intimidó a los manifestantes, al revés, les animó aun más. No es exagerado decir que predominó el espíritu de los años de 68.
La declaración de un representante de la burguesía monopolista francesa durante su conversación con el Primer Ministro Villepin "si se retira la ley ahora no haremos ninguna reforma en los 10 años que vienen. Eso no sería una buena señal" muestra, hasta que grado las protestas tenían impacto.
Esta ley era sólo el principio. La Unión de los patrones franceses Medef exige que la ley sea aplicada a todos los obreros. Es evidente de que el gobierno y los capitalistas destruyen los derechos sociales y planifican nuevas medidas neoliberales sin descansar para que la economía francesa refuerce su capacidad de competir a escala internacional. Pero el proceso no se desarrolló como quisieron.
Como hemos visto también en protestas anteriores, lo que hace falta en esta lucha es el liderazgo comunista.
Defender los intereses de la clase obrera, de las masas trabajadores y de la juventud y continuar la lucha por los derechos democráticos y económicos al transmitirlo a la lucha política no es posible con los sindicatos y partidos de izquierda existentes. Estas organizaciones son responsables en primer lugar de que la lucha tenga un carácter espontáneo. Ni el Partido Socialista ni el Partido "Comunista" son capaces de transformar esta lucha, en la cual participaron millones de personas, en una lucha en contra del sistema capitalista. Estas organizaciones no han exigido la caída del gobierno o la renuncia del Presidente del Estado, Chirac, ni durante las acciones de antes ni ahora. En vez de formular estas reivindicaciones, que fueron apoyadas por millones, estas organizaciones, a decirlo así, se pusieron de rodillas ante Villepin y Chirac para que se hagan algunas mejoras cosméticas de esta ley. Trataron de parar la lucha masiva con algunas concesiones y de impedir que la lucha se desarrolle fuera de control.
Hasta que el miembro del Partido Socialista y presidente de la organización más grande estudiantil UNEF, B. Juliard, anunció "queremos que el movimiento termine con las acciones, queremos discutir, queremos hablar con el Primer Ministro" para impedir el desarrollo del movimiento estudiantil. Así como los sindicatos la organización juvenil también está bajo el impacto de partidos reformistas y revisionistas como el Partido Socialista y el Partido "Comunista".
Así como en 1968, la clase obrera francesa, las masas trabajadoras y la juventud hoy también están confrontadas en sus acciones en todo el país, que incluye a millones de personas, con la cuestión de una dirección revolucionaria y comunista. En la traición del movimiento de los 1968, el Partido Comunista de Francia y el sindicato CGT, que está bajo su influencia, ocupan el primer lugar. Cuando el movimiento estudiantil estaba a punto de convertirse en una huelga general, se convirtió en la tarea de los revisionistas, y de los sindicatos bajo su influencia, de salvar el sistema burgués. Estos elementos, que querían controlar el movimiento participaron, según se afirma, en la lucha. El papel que han jugado en este tiempo también lo juegan hoy. Esta vez también participaron en las acciones con el fin de controlar y arrasar el movimiento. Si las acciones hubiesen continuando a recuperar fuerzas, hubiesen podido derrumbar el programa neoliberal representado por Chirac-Villepin y así el gobierno actual. En un caso así hubiese estallado una crisis política en Francia. Pero para la clase obrera la falta de perspectiva continúa pesar de eso. Quiere decir, no hubiera cambiado el carácter espontáneo del movimiento.
En Francia, las acciones de masas tenían una peculiaridad importante: a la clase obrera francesa y a las masas trabajadoras le falta una dirección revolucionaria y comunista y las acciones tienen carácter espontáneo.
Una segunda peculiaridad de estas acciones son el lado internacional de la organización y de la lucha: los problemas en Francia, que causan estas acciones, afectan también a la clase obrera, las masas trabajadoras, y la juventud de toda Europa, incluso en todo el mundo. El gobierno francés no está sólo al realizar sus leyes neoliberales. Detrás de el están los monopolios franceses y también monopolios internacionales y la UE. Su interés común consiste en liquidar los derechos sociales que habían conseguido luchando y garantizar la capacidad de competencia del capital monopolista a escala internacional. Por lo tal, los problemas con los cuales están enfrentados la clase obrera francesa y las masas trabajadoras, también son los problemas de la clase obrera y de las masas trabajadoras de otros países. La forma puede cambiar, pero el contenido es el mismo.
Como la clase obrera alemana o italiana, también la clase obrera francesa está confrontada con los monopolios internacionales. En las condiciones de la globalización imperialista no se pueden enfrentar ni en Francia ni en otro país los ataques neoliberales, como la privatización, desmontaje de derechos sociales etc. con una lucha limitada en las fronteras nacionales. La globalización imperialista lo hace más y más necesario e inevitable de que la lucha en contra del capital monopolista sea organizada y llevada y cabo internacionalmente también. En el margen del Estado nacional, el regreso a un "Estado social" ya no es más que un sueño. La lucha en contra de los ataques neoliberales, que son una expresión de la globalización imperialista, en cada país efectivamente es una lucha internacional.
Otra conclusión es:
Las protestas y ocupaciones han unido a los obreros y jóvenes de diferentes naciones, grupos étnicos y de creencias distintas y todo el mundo vio una lucha de muchas fuerzas diferentes, que llevaron a cabo esta lucha lado a lado como un cuerpo entero. Así las acciones rechazaron la xenofobia provocada por la burguesía en contra de los emigrantes y de los "que son diferentes". Esta fraternidad, la unión de clases vividas en Francia debe servir como ejemplo paro todos los países de Europa y del mundo. La clase obrera y los jóvenes en Francia han mostrado como se puede desbaratar la política de la burguesía "divide y vencerás", una política que genera prejuicios y atiza el racismo. La clase obrera francesa, las masas trabajadoras y la juventud han mostrado a la clase obrera del mundo cómo hay que luchar por los derechos sociales, cómo luchar unidos en contra de los ataques neoliberales y la gran importancia que tiene la calle en esta lucha. A pesar de que realmente le hacía falta una dirección revolucionaria comunista, han "hablado francés" en una lucha espontánea y hablando francés han mostrado de que sí se pueden parar los ataques neoliberales, aun que sea aún pronto.