Después de la masacre sangrienta del 19 de diciembre del 2000, que tuvo lugar en 20 cárceles a la vez y en la cual 28 presos revolucionarios se volvieron mártires, los presos revolucionarios en Turquía y Kurdistán del Norte fueron trasladados a las cárceles de aislamiento de Tipo F. A continuación, los presos de 11 organizaciones revolucionarias resistieron con su gloriosa huelga de hambre hasta la muerte en contra del ataque del Estado, que intentó que los presos se rindan. En el año 2002, siete organizaciones, entre ellas también nuestro partido PCML, daban fin a la huelga de hambre hasta la muerte diciendo que esta forma de resistencia ya cumplió su papel y ahora tiene que ser reemplazada por otros medios de resistencia. El DHKP-C continuó por 6 años con la huelga de hambre hasta la muerte. El triunfo histórico de la huelga de hambre hasta la muerte consiste en el hecho de que se mostró que los presos revolucionarios no se rinden tampoco en las células de Tipo F al ataque del fascismo, que no se doblegaron. Mientras que los revolucionarios ganaron una victoria ideológica de esta manera, por otro lado el estado continuó en insistir en su política de aislamiento y ninguna victoria concreta física/política fue ganada de ninguna forma La lucha en contra el aislamiento de Tipo F entró en una nueva etapa en los meses pasados. Cuando la huelga de hambre hasta la muerte del abogado Behic Asci, Gulcan Goruroglu y Sevgi Saymaz en contra del aislamiento se acercó a su 300° día, la lucha contra el aislamiento abordó más y más intelectuales, artistas y diferentes capas de la sociedad. La lucha en contra de las leyes antiterroristas, que se concentró en nuestro partido en los ataques de septiembre, se unió con la lucha contra el aislamiento. La línea de la lucha unida revolucionaria hizo posible que los encuentros de Taksim tuvieran lugar con una participación de cientos de personas, de que las capas progresistas, reformistas fueran también incluidas a esta fase, más y más sindicatos, confederaciones y organizaciones profesionales, de que se desarrolló más la sensibilidad de los abogados sobre este tema. La reivindicación de que se abren tres puertas y tres cerraduras se convirtió en una de las reivindicaciones principales de la lucha social. El problema del aislamiento rompió la censura de los medios de comunicación burgueses, el aniversario del 19 de diciembre se volvió un proceso, en el cual estaba viva la línea de la lucha unida contra la ley antiterrorista y el aislamiento y se logró un nuevo nivel de sensibilidad sobre el tema del aislamiento en las cárceles. En el mes de enero, hubo muchas acciones de masas con una participación que ha aumentado, sobre todo en Estambul, Esmirna y Ankara. Aunque el Estado, que estaba en una situación difícil en esta fase, trató de mantener su silencio, la declaración del director general de las prisiones, Kenan Ipek, de que no se retroceda ni un milímetro del aislamiento, y después la aceptación del presidente del parlamento, Bulent Arinc, de las condiciones inhumanas en las cárceles de Tipo F han mostrado, de que había un cierto movimiento del lado de las fuerzas del Estado. Finalmente, el Estado dio un paso atrás en su política de aislamiento de seis años. El 22 de enero el ministerio de justicia anunció con una nueva circular sobre las cárceles de Tipo F que "hasta 10 presos pueden reunirse, hasta 10 horas por semana con el fin de comunicar uno con otro". También se abolió la precondición de "disciplina" en este tema. Resultando de este desarrollo, el abogado Behic Asci, Gulcan Goruroglu y Sevgi Saymaz terminaron su huelga de hambre hasta la muerte. Los intelectuales, artistas, abogados, sindicalistas, organizaciones democráticas de masas, partidos políticos y plataformas se reunieron el 27 de enero en Estambul-Taksim para el final de su acción. En la acción tenían una pancarta diciendo "la resistencia triunfó, nuestra lucha contra el aislamiento continúa". Mientras que este paso atrás del Estado sí agujereó el muro del aislamiento, eso no está resolviendo el problema del aislamiento. Hay que continuar a defender este derecho jurídico seguir luchando también en contra los intentos de limitarlo en la aplicación práctica. Entonces, dejando aparte el fin de la lucha en contra del aislamiento, esta lucha sólo entró en una fase nueva. La nueva ley antiterrorista, que fue adoptada por la dictadura fascista en junio, las ejecuciones extralegales cometidas después, el terror de detenciones y encarcelamientos, el terror de las detenciones en septiembre, las redadas después y los encarcelamientos, todo esto no solamente no rechazó la lucha social sino que abrió un camino para la lucha que logró que el Estado tuvo que dar un paso atrás concretamente en el problema del aislamiento y que creó acciones antifascistas de masas de la fraternidad de cientos de miles después del asesinato de Hrant Dink. Esta lucha está avanzando y aumentando.
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