Las elecciones en EEUU han mostrado al representante principal de la política agresiva del imperialismo yanqui, la cual utiliza para la dominación mundial, que también la mayoría de su propio país rechaza esta política. La razón verdadera de la derrota electoral de Bush y del partido republicano del 7 de noviembre es su política en Irak.
Bush quedó en minoría tanto en el senado como en la Asamblea de Representantes y sabe que él tiene que encontrar un consenso con los demócratas, quienes ganaron la mayoría de votos.
Después del ataque del 11 de septiembre del 2001 al Centro Comercial del Mundo, Bush declaró su guerra permanente, bajo el nombre de la "guerra antiterrorista" contra todos los pueblos del mundo; si, contra el mundo entero. Con su concepto de "la guerra contra el terrorismo internacional", el imperialismo yanqui declaró que él piensa que tiene el derecho de ocupar cada país y región del mundo que no se someta a sus intereses o que él considere necesario para sus intereses. El objetivo verdadero de esto era tomar bajo su control las regiones estratégicas y las reservas de materias primas que son imprescindibles para establecer su hegemonía mundial, guardar sus rivales lejos de estas regiones y reprimir la lucha antiimperialista a nivel internacional.
Desde el 2001, esta política, es decir, la política de "nueva guerra" del imperialismo yanqui entró en una crisis profunda, a pesar de que se armó intensamente, ocupó países como Afganistán e Irak y gastó una cantidad increíble de dinero para el armamento. El imperialismo yanqui y sus aliados cayeron en una situación desesperada ante la resistencia en Afganistán y en Irak. Después de cierto período de silencio, la resistencia en Afganistán arrastró los ocupadores a un pánico y también en Irak, los ocupadores comenzaron a decir que están cara a cara con una derrota. Los inquilinos comenzaron a perder su fuerza de control en ambos países. Tanto así que la OTAN ya exige tropas de los países como Turquía y Alemania que participan en la ocupación para enviarlas al sur de Afganistán.
Las grietas que se ven en la "alianza de voluntarios" están profundizándose. Muchos países, por ejemplo Japón, España, e Italia están retirando sus tropas de Irak, debido a las protestas que crecen en sus propios países. Blair también, como apoyo principal del imperialismo yanqui en las ocupaciones, tiene sus días contados.
Las medias burguesas generan las especulaciones de que un cierto alojamiento en la política agresiva de Bush se podría ver después de la derrota electoral y de la renuncia de D. Rumsfeld. El hecho que Bush hizo renunciar a D. Rumsfeld, quién hizo nada más que implementar las políticas de Bush, no significa que ha cambiado su política. Por otra parte, los demócratas, que ganaron la mayoría de los votos en las elecciones, son también, exactamente como los republicanos, un partido de los monopolios yanquis. Ahora, ambas partes tienen que convertir la ocupación en ambos países en una victoria y ganar la guerra en Irak bajo el lema de la "nueva política".
Esto es la razón por la cual discuten sobre nuevos planes del acto. Por ejemplo, discuten que "nuevos" proyectos políticos podrían ser negociaciones con Siria e Irán, el reforzamiento del ejército iraquí, el envió de más tropas a Irak, las operaciones militares más intensificadas contra las fuerzas de resistencia y etc.
Todas esas propuestas de "solución" no significada nada más que servir a los intereses del imperialismo yanqui. Pero el imperialismo yanqui y otras fuerzas de ocupación ya ven que no pueden actuar de la manera que quieren ni en Afganistán ni en Irak. La resistencia en Afganistán tiene una organización política nacional. También la resistencia iraquí ahora tiene una organización política nacional a través de la fundación de la comandancia política unida.
La creación de la comandancia política unida muestra que las fuerzas resistentes han avanzado considerablemente en la lucha contra los ocupadores y no esta lejos la posibilidad que expulsen los ocupadores del país.
De parte de las fuerzas resistentes, este acontecimiento muestra que han llegado a una nueva etapa en la resistencia de Irak. Por otra parte, se debe aceptar que también la solidaridad internacional con la resistencia en Irak es importante, aunque sea aún insuficiente, para reforzar la resistencia.
Los acontecimientos muestran que los ocupadores tienen sus días contados. Su "nueva" política tampoco les rescatará de la derrota.