La guerra y ocupación en Irak es una expresión clara de que han agudizado las contradicciones entre los imperialistas en el Medio Oriente. La 1ª Guerra del Golfo en 1991 y la 2ª Guerra del Golfo que concluyó con la caída del régimen de Saddam, muestran la importancia de nuestra región para el imperialismo yanqui, quién actúa rápidamente para implementar su concepto de la hegemonía mundial y que tiene una cierta superioridad sobre sus rivales. El imperialismo yanqui comenzó a sufrir otro síndrome de Vietnam en Irak en el cual ha realizado una ocupación junto con sus aliados bajo el pretexto de que había armas de destrucción masiva y de que Irak tenía relaciones con Al-Qua ida y pretextando "llevar la libertad" y de "luchar contra el terrorismo internacional". Pero las mentiras puestas como pretextos por los ocupadores -los cuales no fueron esperados con flores como lo esperaban- salieron a la luz en un corto tiempo. El pueblo iraquí no quiere los ocupadores que hablan de llevar la democracia a Irak como hablaban de lo mismo en Afganistán y muestran que no los quieren con su resistencia organizada reforzándose cada día. Los ocupadores están segando lo que han sembrado. Han pillado las riquezas de Irak; han humillado, torturado, matado y enviado en exilio el pueblo. Ahora no pueden entrar en muchas regiones del país mientras que tienen muchas dificultades ante la resistencia aún en las regiones seguras para ellos. El imperialismo yanqui, junto con sus aliados, han hecho su "profesión" de ocupar países bajo el pretexto de "luchar contra el terrorismo internacional", de establecer protectorados según sus propios intereses y de realizar masacres. Ha ocupado Irak para establecer su dominación total en el Medio Oriente, para controlar los recursos energéticos de Irak, para ganar una nueva posición más en la lucha para la hegemonía mundial, para estar un paso más adelante que otros rivales imperialistas en la repartición del mundo y para realizar el "Proyecto del Gran Medio Oriente" gradualmente. Pero no ha podido lograr su objetivo. Ha firmado acuerdos de petróleo a través de su gobierno títere y ha podido mantener a sus rivales lejos de Irak pero no ha podido romper la resistencia. Mientras que aumentaron el número de los soldados en Irak para ser mas eficaces y para hacer rendirse Irak, tuvieron que hacer planes de retiro de Irak en al mismo tiempo. La resistencia iraquí muestra que "el falso cálculo volvería de Bagdad" (un refrán turco). La resistencia ha abortado los planes del imperialismo yanqui de ocupar el Medio Oriente y más allá, de realizar el "Proyecto del Gran Medio Oriente". El imperialismo yanqui no ha podido impedir los ataques del movimiento de resistencia que aumentan cada día. El hecho que el movimiento de resistencia está en una situación de establecer una comandancia unida y está siendo llevado a cabo a nivel nacional sobrepasando el carácter regional, muestra el nivel del progreso logrado por la lucha en Irak contra la ocupación. Con el sentido exacto de la palabra, la resistencia rompió la espina dorsal de los ocupadores. Ha convertido sus planes en sueños. Sus esfuerzos de provocar los conflictos religiosos no dan más ningún resultado. Los iraquíes, de cualquiera secta que sean, entienden que el enemigo verdadero son los ocupadores y sus colaboradores que se han vendido a los ocupadores. Ellos también están siendo condenados en la arena internacional. Millones de personas los están condenando de América a Asia y de África a Europa. El hecho que las demostraciones más magníficas en contra de la ocupación ya se organizan en EEUU es una expresión clara de que los ocupadores están denunciados a los ojos del pueblo norteamericano también. Los norteamericanos no quieren más que sus hijos sean matados por los intereses de los monopolios petroleros. Si el imperialismo yanqui piense que pueda salir de esta dura situación a través de un ataque contra Irán después de Afganistán e Irak, se están equivocando absolutamente. Ni los ocupadores ni el sionismo llegarán a su objetivo. La lucha unida de los pueblos de nuestra región, de Palestina al Líbano, de Turquía al Irak, contra el imperialismo, el sionismo y sus colaboradores no es cuestión de un futuro lejano. La fraternidad de los pueblos del Medio Oriente no es un sueño. El imperialismo yanqui y sus aliados no podrán mantenerse ante las fuerzas resistentes y serán expulsados de nuestra región sin tener la oportunidad de mirar atrás, así mismo como lo que ocurrió en Vietnam.
|