El 13 de abril, la dictadura fascista en Turquía mostró su cara verdadera una vez más de una manera más clara. La injusticia en los tribunales y la violencia brutal en las calles: Así es la situación actual en Turquía y Kurdistán del Norte. 17 presos que fueron detenidos en Estambul en los ataques policíacos del 21 de septiembre fueron llevados al 9° Tribunal Penal en Besiktas/Estambul el 13 de abril después de 6 meses en la cárcel. Los Presos del 10 de Septiembre entraron en el tribunal gritando consignas y haciendo las señales de la victoria. Defendieron sus identidades socialistas y la legitimidad de las organizaciones a las cuales están afiliados. Demandaron que los asesinos de Hrant Dink, de Suleyman Yeter y de Kemal Turkler sean juzgados y no ellos. En el contexto de la nueva Ley Antiterrorista que fue adoptada en junio del 2006, una serie de batidas policíacas fueron llevadas a cabo el 8 y 12 de septiembre y el 21 de septiembre contra nuestro partido y los periódicos, sindicatos y las asociaciones socialistas y revolucionarias. Después de esto, un amplio movimiento de solidaridad se desarrolló tanto en Turquía y Kurdistán del Norte como en el área internacional. Esta solidaridad se concretizó en el "Encuentro de la Justicia y Libertad" del 13 de abril que fue organizado delante del Tribunal en Besiktas donde 700 progresistas, revolucionarios y socialistas viniendo de más de 20 ciudades del país y las delegaciones internacionales viniendo de Rusia, Canadá, Colombia, Alemania, Francia, Inglaterra, Bulgaria, Grecia y Suiza vinieron juntos para apoyar a los Presos del 10 de septiembre y para condenar el terror del Estado. Sabiendo muy bien lo que significaba el 13 de abril para la lucha revolucionaria unida, el Estado atacó brutalmente al Encuentro de Justicia y Libertad, detuvo a 114 revolucionarios y encarceló a 20 de entre ellos. El ataque mismo también fue respondido con amplias acciones de solidaridad. 10 de los Presos del 10 de Septiembre fueron puestos en libertad, entre ellos, el presidente general y el secretario general del sindicato Limter-Is y los trabajadores de la Radio Ozgur. 7 revolucionarios fueron llevados de nuevo a la cárcel. La fecha de la segunda audiencia fue fijada el 7 de agosto. El Encuentro del 13 de Abril fue la cumbre de la línea para responder los ataques basados en la Ley Antiterrorista con la perspectiva de desbaratar esta misma Ley Antiterrorista y de la línea de la lucha unida que fue liderada por las organizaciones socialistas y que incluyó las fuerzas progresistas y revolucionarias, los intelectuales y los sindicalistas, después de los ataques de septiembre. El ataque del régimen fascista fue respondido por las fuerzas socialistas con la campaña "¡Queremos Libertad!" y la lucha contra estos ataques fue combinada con la demanda de "libertad política" de los obreros, trabajadores, la juventud, las mujeres oprimidas y el pueblo kurdo. Después, en el periodo antes del 13 de abril, el intento de la dictadura de juzgar los socialistas y los comunistas en los tribunales fascistas fue convertido en el espacio de las acciones para juzgar estos mismos tribunales fascistas por no haber condenado los responsables de los actos de la contraguerrilla como la masacre de Maras, la masacre de Corum , el asesinato de Hrant Dink y la masacre del 1° de mayo de 1977 donde la demanda de los obreros y trabajadores por la justicia nunca encontró una respuesta. Los obreros y trabajadores fueron llamados a defender los socialistas y pedir cuentas de la dictadura fascista bajo la demanda de "Libertad y Justicia". Mirando atrás desde el 13 de abril, se puede decir claramente que los ataques de la dictadura fascista para marginar las organizaciones revolucionarias y socialistas, para hacerlas ineficaces y para intimidarlas, han sido desbaratados a través de estas campañas. Primeramente, las organizaciones socialistas, bajo la consigna "¡No sois tan fuertes para vencernos!", mostraron que no se intimidan y que van a organizar la lucha más adelante. Después, a través del movimiento de solidaridad y la campaña con la demanda de la libertad política a los cuales ellas lideraron, desbarataron los esfuerzos de marginarlas. Así, protegieron sus posiciones, las cuales la dictadura intenta destruir, y más allá, ampliaron sus espacios e impidieron los ataques basados en la Ley Antiterrorista que seguiría. No se limitaron con defender los ideales socialistas, los cuales la dictadura trata de liquidarlos en los tribunales, sino también volvieron el 13 de abril en una manivela para llevar la ideología del socialismo a los obreros y trabajadores. Formando un puente desde el 13 de abril hasta el 1° de mayo, indicaron que es el Estado de Contraguerrilla -que es también el responsable de la masacre del 1° de mayo de 1977- quién debe ser juzgado y no los socialistas. Trataron de formar una relación fuerte entre los ideales socialistas, que fueron simbolizados en el 13 de abril, y los obreros y trabajadores que se expresa en el 1° de mayo. Más allá, estos esfuerzos de las fuerzas socialistas encontraron una respuesta positiva en las filas de los intelectuales, sindicalistas, periodistas progresistas, las organizaciones de masas, los obreros y trabajadores y en el área internacional. En el nivel internacional, fueron mostrados buenos ejemplos para enfrentar los ataques de "anti-terror" de la burguesía mundial de una manera práctica y en común y de levantar la solidaridad internacional en base de las relaciones reales de acción. Se levantó una resistencia común contra el ataque policíaco en Besiktas. Estos hechos se pueden ver como los motivos del ataque brutal de la dictadura fascista contra el Encuentro de Besiktas. La oleada de los ataques anunciados por la dictadura con un gran ruido se ha explosionado en sus propias manos.
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