Las cárceles en Turquía y Kurdistán son sin duda ninguna el primer lugar donde se lleva a cabo la lucha de clase entre la dictadura fascista y la clase obrera, los oprimidos y sus fuerzas organizadas, los comunistas y revolucionarios, de manera más dura. A pesar de toda la represión, tortura y masacres los comunistas y revolucionarios aprisionados por la dictadura fascista siempre han mantenido la iniciativa en sus manos, también en las cárceles. Aun que daban muchos sacrificios, nunca jamás hacían concesiones y siempre han mantenido su identidad comunista y revolucionaria, convertían las cárceles en escuelas al organizar una vida colectiva allí, así terminaban su prisión y se volvieron individuos libres y colectivos. El Estado organizó inumerables masacres y mató cientos de presos para establecer su hegemonia en las cárceles. Pero la respuesta a todos los ataques y masacres fue resistencia con luchas de barricadas. El Estado conseguió de controlar la vida afuera de los muros de la cárcel, pero no lo conseguió "dentro".
Además de los presos revolucionarios siempre han continuado su resistencia contra ataques físicos y ideolóicos y mantenían su identidad revolucionaria y su honor, a veces también tenían que responder todos estos ataques al convertir su cuerpo en un escudo. Una de estas resistencias es la resistencia de la huelga de hambre hasta la muerte de 2000-2002 que fue llevado a cabo contra los prisiónes de aislamiento del tipo F del Estado.
En los años 90 el Estado desarrolló un proyecto de prisión con el fin de detener la lucha de clase desarrollandóse bajo la dirección de fuerzas comunistas y revolucionarios, asimilar la oposición social y lograr que los presos comunistas y revolucionarios se dan por vencido. La dictadura fascista, que acceleró sus preparaciones y la construcción de los prisiónes de aislamiento del tipo F con los que querían sustituir los cárceles con dormitorios grandes donde estaba posible de vivir colectivamente, llevó a cabo su primer trato en 1996. Este ataque de la dictadura fascista fue rechazado por la huelga de hambre hasta la muerte, en la que 12 mártires cayeron, entre ellos también Hüseyin Demircioglu, quien fue miembro del Comité Central del PCML.
Pero la dictadura fascista empezó a prepararse para un ataque aun más amplio en un momento más tarde y esperaba hasta una fecha oportuna para ella. El año 2000 fue el momento más oportuno para la dictadura. Primero, porque habían pacificado el movimiento nacional kurdo, y por eso los presos del PKK , que forman el parte más numeroso de los presos, tal vez no actuaban junto con los demás presos revolucionarios. Segundo, porque pensaban que la lucha social en general sería muy débil y la reacción a ataques también sería poca. Y la tercera razón fue que las maneras tácticas de abordar el asunto del lado de los presos revolucionarios referente a los ataques fueron diferentes. Realmente fue así que cuando empezaban los ataques y masacres más amplios y ferozes y los presos comunistas y revolucionarios empezaban a resistir en las baricadas, los presos del PKK quedaban fuera de la resistencia y quedaban sólo espectadores. El Estado masacró los presos al atacar con diferentes armas químicas y bombas de gas, con bazookas, tiros de metralletas y al quemar algunos de ellos vivos. El Estado, quemando y destruyendo las cárceles de manera planeada, por supuesto llevó primeramente los presos comunistas y revolucionarios bajo tortura a los prisiónes de aislamiento del tipo F. Pero los presos comunistas y revolucionarios respondían a este ataque con la resistencia de la huelga de hambre hasta la muerte de 2000-2002 en los prisiónes de aislamiento del tipo F, que fue la más larga y en masas de su clase. A pesar del aislamiento duro, han conseguido organizar sus acciónes de manera coordinada y centralizada y de romper a golpes el ataque del aislamiento del fascismo. Los presos del PKK-KADEK otra vez quedaban fuera de la resistencia, que fue una acción de mucho tiempo en la que más que 100 presos políticos perdieron la vida y cientos sufrieron daños de salud permanentes. Según el Estado ahora había venido el tiempo también para los presos de KADEK, y se llevan también a los prisiónes del tipo F.
Nuevos ataques de la dictadura fascista: Vestuario unitario y prisiónes del tipo D o L
Hace poco la dictadura fascista, que no lo ha logrado que los presos políticos se dan por vencido a través del aislamiento en las celdas, empezó a preparar dos nuevos planes de ataques. Uno es el vestuario unitario. Los presos políticos ya han rechazado una vez el ataque del vestuario unitario, cuando el Estado trataba de imponer el vestuario unitario directamente despúes del golpe militar fascista del 12 de septiembre 1980. Los presos revolucionarios, quienes lo consideraban como un ataque a su identidad se negaban a llevar el vestuario unitario y ofrecían resistencia contra el ataque. Los presos revolucionarios también resistían contra todas las formas de ataques ideológicos y físicos del Estado que llevó a cabo con el fin de imponer el vestuario unitario. Quedaban medio desnudo durante varios años en las celdas, pero no llevaban el vestuario unitario. Con el tiempo el Estado tenía que acceptar que no se puede imponer el vestuario unitario, y lo abolió en 1988. El "vestuario unitario" que quieren imponer ahora de nuevo mediante un proyecto de ley será rechazado por la resistencia de los presos revolucionarios igualmente como antes también.
Ahora el Estado, que no logró con su política del aislamiento y sus ataques del tipo F que los presos políticos se dan por vencido y que no podía detener la comunicación entre ellos, está ocupandóse con la construcción de llamadas cárceles de alta seguridad, prisiónes del tipo D o L, que aumentan el ataque del aislamiento contra los presos políticos. Dos de estas cáceles parecidas a tumbas, que consisten de celdas subterráneas, ya son listas en Denizli y Diyarbakir. Otros en Kandira y Beylikduzu todavía están en construcción.
Este ataque de la dictadura fascista, que tiene el objetivo de forzar los presos revolucionarios a rendirse en estas cárceles donde el aislamiento emocional y sentido es aun más extremo y a donde no llega un rayo de luz, también terminará sin éxito por la dictadura. La voluntad y la creencia en la revolución y el socialismo de los presos revolucionarios les dan la fuerza y la tenacidad de vencer todas las formas de oscuridad. Esta fuerza enterrará el fascismo en la oscuridad que él mismo había creado.
El PCML actúa ahora y actuará en el futuro en el saber de que sí es posible y necesario de rechazar los ataques en las cárceles por la unificación de la voluntad unida de los presos comunistas y revolucionaris y las fuerzas afuera. Se debe considerar la lucha en los prisiónes como un ámbito de la lucha de clase y en su unión con la lucha general. El PCML, que está actuando según esta perspectiva, continuará de organizar y desarrollar la lucha de clase para vencer los ataques del enemigo y rechazar los en este ámbito igual como en los demás ámbitos de la lucha. Nunca jamás vacilará en usar un medio de lucha que sea necesario por eso. Y nuestra práctica está mostrando eso.
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