Las negociaciones sobre Chipre tienen el rol de ser un barómetro indicando el grado de intensidad del desarrollo de las contradicciones entra la UE y los EEUU. No se abismen en reflexiones sobre el futuro de Chipre por no tener otra cosa que hacer. Los resultados de las negociaciones, que continúan desde la división fáctica de Chipre en 1974 bajo el mandato de las Naciones Unidas, eran bien conocidos desde el principio. En los años pasados, sobre todo desde la condición de socio en la UE de Chipre del Sur vino al orden del día, la pelota en el juego de una solución de la cuestión de Chipre siempre pasa entre las Naciones Unidas (EEUU) y la UE. A veces la iniciativa estuvo en manos de las Naciones Unidas, y a veces en las de la UE, o por lo menos parecía ser así. Se manifestó que el final del juego ya no está lejos. Se volvió claro que ninguno de los poderes imperialistas en la isla, quiere decir prácticamente la UE y los EEUU, establecerá una hegemonía absoluta y no dividida en la isla. En este sentido, la reconciliación no se base en la unificación según el plan de Annan sino en la división de la isla. Esta situación refleja muy evidentemente lo que quieren los dos lados y lo que no quieren.

A través de la condición de socio de Chipre, las fronteras de la UE van a extenderse hacia el mediterráneo del este. Controlar esta región es de gran importancia para todos los poderes que están luchando por la hegemonía mundial. Con la hegemonía sobre Cihpre, la UE tendrá una base importante referiéndose a la competición con el imperialismo yanqui y a la lucha hegemonial por el Medio Oriente.

Chipre es muy importante para el imperialismo yanqui también. La isla tiene importancia para reforzar la parte del Medio Oriente de la geopolítica eurásica de los EEUU y para controlar las vías (el oleoducto Baku-Ceyhan) sobre las que quieren transportar las materias primas del Mar Caspio (petróleo y gas natural) al mercado mundial. Uno de los problemas más importantes para el imperialismo yanqui es impedir que cualquier poder de competencia consiga controlar esta región.

Grecia y la parte griega de Chipre luchan con el fin de dominar el Chipre entero. Grecia no renunció a su objetivo de "Enosis".

Al contrario de eso, Turquía y la parte turca de Chipre están en favor de la división de la isla. El lado turco tampoco renunció a su objetivo de división.

El plan de Annan principalmente está inspirado por el modelo suizo. Según este plan habrá un Estado central y un gobierno central apoyándose en dos regiones autónomas principales (Cantónes) con competencias muy amplias. El lado turco (Turquía y los chipriotas turcas) están participando en las negociaciones con el fin de dar al plan un marco que puedan acceptar. Quiere decir que están luchando para mantener sin cambios el statu quo tal como está ahora. Por consiguiente, van a seguir existiendo las características básicas de una estructura Estatal dividida a pesar de la formación de un Estado central. Por otro lado, los griegos están luchando para limitar lo más posible los derechos del lado turco y conseguir así que pierda su carácter Estatal.

Las ansias griegas a la "Enosis" y el deseo turco a la "división" fueron hechos dependientes de los intereses imperialistas. Los dos lados han comprendido que no pueden realizar sus deseos como lo habían pensado. Por eso, Grecia está buscando refugio en la UE y Turquía en los EEUU. Porque piensan que pueden lograr sus objetivos estratégicos; "Enosis" y "división" de este modo.

Los imperialistas imponen una solución imperialista en base de sus intereses imperialistas y de acuerdo con la actual proporción de fuerzas en Chipre. Los países dependientes como Grecia y Turquía, quienes son los actores inmediatos de la cuestión y en posición de ocupantes en la isla, no pueden hacer otra cosa que ser títeres de las fuerzas imperialistas y determinar su política de acuerdo con los intereses de los imperialistas.

El lado turco quería que los EEUU participen también. Y al contrario de eso, el lado griego quería que la UE participe en las negociaciones. Las exigencias de ambos lados fueron acceptadas. Esta situación muestra cuáles son los poderes que están en posición de decidir sobre la solución de la cuestión. Y los dos lados no lo esconden de ningún modo.

La solución determinada de antemano, sobre la isla ya la habían decidido desde el principio de la "cuestión" de Chipre y que debe ser llevada a cabo rápidamente, atizó la histeria chauvinista entre el pueblo turco y griego durante muchos decenios. Está expresando la voluntad de los imperialistas de la UE y de los EEUU.

Bajo las condiciones actuales, la política de la UE corresponde a la política de Grecia y del lado griego de Chipre. Y la política de los EEUU corresponde a la política de Turquía y del lado turco de Chipre. Ambos lados no están contentos con el desarrollo, pero no tienen otra opción.

La cuestión de Chipre, que es el resultado directo de la competencia entre los imperialistas, será "resuelta" como resultado directo de la competencia imperialista.

Los pueblos de la isla tampoco están involucrados en el plan. Todos estos planes fueron trazados sin consultar el pueblo turco y el pueblo griego en la isla. ¿Por qué? Porque los intereses imperialistas lo consideran necesario.

La solución real en Chipre sólamente puede conseguirse con la retirada de los imperialistas y de las fuerzas ocupantes de la isla y concédiendo el derecho de autodeterminación para Chipre según la voluntad libre de los habitantes de la isla. La solución real para Chipre será la República de los Soviets de los Obreros y Trabajadores de Chipre que será conseguida por la unificación voluntaria del pueblo turco y del pueblo griego; de la clase obrera y de los trabajadores de la isla.

¡Imperialistas y todas las fuerzas ocupantes fuera de la isla!

¡Chipre pertenece a los chipriotas!