Frente a la resistencia que aumenta y se amplia en Iraq, el imperialismo yanqui se está asustándo y tiene mucho pánico de una derrota. Con el comienzo de la incertidumbre y la disgregración se vuelve fanático. Masacra al pueblo árabe, que está defendiendo su propio honor, su propio país, su cultura, sus valores nacionales y sus riquezas, detiene niños, gente vieja y mujeres y los pone en la cárcel.

Por un lado el imperialismo yanqui redacta "informes de derechos humanos" para diferentes países del mundo, por otro lado se sirve de métodos de tortura ante los ojos llenos de odio de la humanidad. Por un lado quiere castigar a S. Hüseyin como criminal de guerra, por otro lado dice que los ciudadanos de los EEUU no pueden ser perseguidos ante los tribunales, incluso a los torturadores de las fotos que están en la prensa ahora. Por un lado busca armas químicas en Iraq y no las puede encontrar, por otro está produciendo, vendiendo y utilizando armas químicas.

El imperialismo yanqui, que no tiene valores morales ni leyes humanitarias en su historia, muestra todos los atributos de barbarie y crueldad capitalista haciendo uso de las experiencias y métodos reaccionarios del colonialismo y militarismo de la historia. La masacre de la población civil y el empleo de la tortura por parte de los EEUU ignorando todas las normas, reglas y convenios internacionales, el llamamiento a las filas de ex generales de Baath, la retirada de las tropas de España y otros países del Iraq, todo eso son signos evidentes de un retroceso de los ocupantes y de su miedo de una derrota frente a la guerra del pueblo y de la resistencia iraquí.

La guerra y la resistencia del pueblo iraquí es una bofetada fuerte contra la agresión yanqui, la ocupación y do-minación colonial. Iraq está ofreciendo resistencia en nombre de todos los pueblos oprimidos y perseguidos del mundo. Está obstaculizando la orientación de los EEUU a su propio objetivo estratégico y la realización de sus projectos regionales y su política colonial y los hace inefectivos. La lucha y resistencia aùn débil antiimperialista contra la ocupación en Iraq tiene un papel de rechazo y de disuación a la agresión yanqui. Es un apoyo espiritual y moral enorme para la clase obrera y los pueblos del mundo.

Pero desgraciadamente, el mundo todavía permanece en silencio ante la barbarie y crueldad de los EEUU y está sólamente como expectador. No hay apoyo político e internacional para la resistencia iraquí. Los intelectuales, organizaciones democráticas de masas, antiimperialistas, antibelicistas, defensores de derechos humanos, partidos socialistas y de la izquierda del mundo y en Europa están bajo la influencia del chauvinismo y del cerco ideológico del imperialismo. Esta situación no sólo señala una inacción frente a los deberes políticos y históricos sino también el peligro de dejar a la humanidad un futuro oscuro y consecuencias como no defender los propios derechos democráticos, políticos y económicos ganados en la lucha de la clase obrera y de los trabajadores.

Dos deberes principales se presentan ante los partidos revolucionarios y comunistas, los anti- imperialistas, demócratas y antibelicistas del mundo. La primera tarea es la lucha ideológica. Es inevitable llevar a cabo una lucha ideológica contra las ilusiones imperialistas y la propaganda falsificadora como tambien la guerra sicológica desarrolladas por la burguesía imperialista en todo el mundo. A través de demagogias como "radicalismo islámico", "terrorismo islámico" y "guerra de las civilizaciones" los ideólogos del imperialismo tratan de presentar la resistencia iraquí sin color y reaccionaria.

Pero la realidad habla cada día un idioma diferente. Este deber será cumplido por completo si el militarismo, la agresión, el colonialismo y la guerra hegemonial del imperialismo y de los EEUU son desenmascarados con incidentes teniendo lugar cada día; si la política de los EEUU y de la UE, que tiene como objetivo organizar la reacción interna, será hecho público; si será hecho evidente que los EEUU no han traido paz, bienestar y democracia a Iraq sino un baño de sangre, encarcelamiento, tortura, falta de dignidad nacional, discriminación, conflictos religiosos y étnicos.

Este deber será cumplido si se explica que el imperialismo es el centro de la reacción mundial, corresponde a la política reaccionaria, que es la fuente de las guerras imperialistas, del paro, del fascismo y del chauvinismo.

El segundo es el deber político. La gran humanidad no puede contemplar más la barbarie y la crueldad en Iraq con los brazos cruzados. Para las fuerzas políticas revolucionarias, que son su honor y su voz, este deber es inevitable. Partidos revolucionarios y comunistas, plataformas contra la guerra, organizaciones de derechos humanos, organizaciones de masas de los obreros y trabajadores no pueden participar en este crimen contra la humanidad. ¡Deben apoyar la resistencia iraquí con acciones y actividades políticas, con el cese de la producción y con declaraciones y condenar la crueldad imperialista!

Como una de las vanguardias políticas de la clase obrera, los trabajadores y pueblos oprimidos de la región, el PCML está dispuesto, como lo ha hecho antes también, de aumentar y desarrollar esta lucha política con sus intervenciones como vanguardia y con su responsabilidad en el futuro.

Cada día que pasa muestra de nuevo que la "Conferencia Medio Oriente", a la que el PCML está llamando ya desde hace mucho, es una necesidad ardiente de la lucha unida en la región. Esta conferencia podría volverse el primer paso del desarrollo de una lucha unida regional si representa "la voluntad común" de por lo menos una parte importante de los partidos progresistas, revolucionarios y comunistas de la región. Al mismo tiempo, el PCML es de la opinión que todos los partidos antiimperialistas, revolucionarios y comunistas de Europa, sobre todo aquellos en Europa del Medio Oriente, deberían desarrollar intervenciones políticas efectivas y unidas con la base de apoyar la resistencia en Iraq. Considera la preparación, organización y ampliación de la práctica política bajo la consigna "Apoya la resistencia iraquí, condena la crueldad" como tarea revolucionaria del día.

¡El pueblo iraquí vencerá, los ocupadores serán hechados a fuera!