LA OCUPACIÓN DE OPEL Y EL MOVIMIENTO DE LA CLASE OBRERA EN ALEMANIA
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El descontento y la protesta de las masas de trabajadoras y oprimidas en Alemania contra la Agenda 2010 y las leyes de Hartz IV se unió con huelgas, resistencias y acciones de ocupaciones de la clase obrera teniendo lugar uno tras otro en las empresas de los monopolios como Siemens, Mercedes, Opel y Volkswagen. Las huelgas llevadas a cabo y la oleada de resistencia no sólo señalaban la dinámica social, valores morales y posibilidades y la dirección de una lucha unida poderosa de las fuerzas sociales contra la burguesía imperialista sino también marcaron hitos históricos, ideológicos y políticos pasando más allá de las fronteras de Alemania.

La huelga y la ocupación de la empresa en Bochum de Opel, vinculado a General Motors en los Estados Unidos, empezaron el 14 de octubre y duraron casi una semana. Esta huelga demostró de nuevo concretamente la misión histórica y política de la clase obrera en la lucha de clases.

Con la huelga y la ocupación de Opel, la clase obrera europea al mismo tiempo dio una respuesta a los ataques de globalización imperialistas al nivel continental. Hubo acciones de solidaridad en el mismo sector en 9 países europeos. 50.000 personas salieron a la calle. Los habitantes de Bochum, jóvenes y niños, mujeres e imigrantes apoyaban esta resistencia. Jugadores de futból de Bochum entraban al campo con pancartas expresando su solidaridad. Esto muestra que la clase obrera sigue siendo la clase que dirige y moviliza a los otros grupos trabajadores de la sociedad. Esto muestra también que la resistencia de los obreros, su energía viniendo de la base, su iniciativa y su fuerza creadora, que están sacando de la producción social, siguen siendo las características que mobilizan a las otras clases y grupos sociales.

La clase obrera, cuya calidad sigue desarrollándose, dio con su voluntad y sus acciones un golpe fuerte en la cara de la burguesía imperialista y sus ideólogos venenos en Alemania, que es un monstruo del mundo imperialista. No vino "el fin de la historia" , quiere decir el fin de la lucha de clases, ni "está muerto el socialismo" ni el "proletariado dijo adiós". Por el contrario, a pesar de que los ideólogos burgueses no lo quieren admitir, el levantamiento del proletariado contra el capital todavía es un nuevo "fantasma del comunismo" andando en Europa.

Al entrar al siglo 21, el proletariado está mostrando de nuevo con sus acciones su papel político e histórico que prevee la historia. En su transmisión a la clase en el poder y el triunfo del socialismo se apoya en las experiencias con el socialismo en el siglo 20, en su desarrollo cualitativo y cuantitativo, en nuevas fuerzas dinámicas y posibilidades, en las condiciones cambiantes sociales y políticas y en los desarrollos necesarios teóricos, políticos y organizativos de la lucha de clases.

La burguesía europea y alemana amenazan a los obreros, quienes ofrecen resistencia de formas diferentes y luchan contra las consecuencias de las leyes económicas, objetivos del capitalismo y las consecuencias concretas de los ataques neoliberales, de "traslado de sus fábricas a otros regiones o países", de "aumentar la capacidad de producción de las fábricas de otros países" y tratan de calmar los obreros de esta manera.

Bajo las condiciones de la expansión internacional del capital, del comercio, de la producción y de la tecnología, también han aumentado los ataques internacionales del capital imperialista. Pero ponen limites nacionales a las condiciones de organización y de lucha de la clase obrera. Sin duda quieren impedir así la lucha unida y fuerte de la clase obrera que se puede desarrollar al nivel regional, continental e internacional.

El movimiento revolucionario y comunista no puede quedarse indiferente, pasivo o actuar solo espontáneamente ante este ataque internacional de la burguesía imperialista, la cual refuerza las condiciones brutales del sistema capitalista a la clase obrera y a los oprimidos en todo el mundo.

Hacer el análisis teórico de estos desarrollos y las tareas resultando de eso son pasos urgentes que hay que cumplir inmediatamente.

Además de la necesidad de la organización de la clase obrera en organizaciones de masas, sindicatos y otras plataformas y al nivel internacional, continental y regional aquí también hay que mencionar la necesidad de fundar un Partido mundial, eso significa una nueva Internacional, que puede al nivel internacional señalar el camino al movimiento obrero desarrollándose de la base.

El PCML sigue de muy cerca los desarrollos y actúa en la conciencia de la necesidad de análisis y desarrollo teóricos.

 

 

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El descontento y la protesta de las masas de trabajadoras y oprimidas en Alemania contra la Agenda 2010 y las leyes de Hartz IV se unió con huelgas, resistencias y acciones de ocupaciones de la clase obrera teniendo lugar uno tras otro en las empresas de los monopolios como Siemens, Mercedes, Opel y Volkswagen. Las huelgas llevadas a cabo y la oleada de resistencia no sólo señalaban la dinámica social, valores morales y posibilidades y la dirección de una lucha unida poderosa de las fuerzas sociales contra la burguesía imperialista sino también marcaron hitos históricos, ideológicos y políticos pasando más allá de las fronteras de Alemania.

La huelga y la ocupación de la empresa en Bochum de Opel, vinculado a General Motors en los Estados Unidos, empezaron el 14 de octubre y duraron casi una semana. Esta huelga demostró de nuevo concretamente la misión histórica y política de la clase obrera en la lucha de clases.

Con la huelga y la ocupación de Opel, la clase obrera europea al mismo tiempo dio una respuesta a los ataques de globalización imperialistas al nivel continental. Hubo acciones de solidaridad en el mismo sector en 9 países europeos. 50.000 personas salieron a la calle. Los habitantes de Bochum, jóvenes y niños, mujeres e imigrantes apoyaban esta resistencia. Jugadores de futból de Bochum entraban al campo con pancartas expresando su solidaridad. Esto muestra que la clase obrera sigue siendo la clase que dirige y moviliza a los otros grupos trabajadores de la sociedad. Esto muestra también que la resistencia de los obreros, su energía viniendo de la base, su iniciativa y su fuerza creadora, que están sacando de la producción social, siguen siendo las características que mobilizan a las otras clases y grupos sociales.

La clase obrera, cuya calidad sigue desarrollándose, dio con su voluntad y sus acciones un golpe fuerte en la cara de la burguesía imperialista y sus ideólogos venenos en Alemania, que es un monstruo del mundo imperialista. No vino "el fin de la historia" , quiere decir el fin de la lucha de clases, ni "está muerto el socialismo" ni el "proletariado dijo adiós". Por el contrario, a pesar de que los ideólogos burgueses no lo quieren admitir, el levantamiento del proletariado contra el capital todavía es un nuevo "fantasma del comunismo" andando en Europa.

Al entrar al siglo 21, el proletariado está mostrando de nuevo con sus acciones su papel político e histórico que prevee la historia. En su transmisión a la clase en el poder y el triunfo del socialismo se apoya en las experiencias con el socialismo en el siglo 20, en su desarrollo cualitativo y cuantitativo, en nuevas fuerzas dinámicas y posibilidades, en las condiciones cambiantes sociales y políticas y en los desarrollos necesarios teóricos, políticos y organizativos de la lucha de clases.

La burguesía europea y alemana amenazan a los obreros, quienes ofrecen resistencia de formas diferentes y luchan contra las consecuencias de las leyes económicas, objetivos del capitalismo y las consecuencias concretas de los ataques neoliberales, de "traslado de sus fábricas a otros regiones o países", de "aumentar la capacidad de producción de las fábricas de otros países" y tratan de calmar los obreros de esta manera.

Bajo las condiciones de la expansión internacional del capital, del comercio, de la producción y de la tecnología, también han aumentado los ataques internacionales del capital imperialista. Pero ponen limites nacionales a las condiciones de organización y de lucha de la clase obrera. Sin duda quieren impedir así la lucha unida y fuerte de la clase obrera que se puede desarrollar al nivel regional, continental e internacional.

El movimiento revolucionario y comunista no puede quedarse indiferente, pasivo o actuar solo espontáneamente ante este ataque internacional de la burguesía imperialista, la cual refuerza las condiciones brutales del sistema capitalista a la clase obrera y a los oprimidos en todo el mundo.

Hacer el análisis teórico de estos desarrollos y las tareas resultando de eso son pasos urgentes que hay que cumplir inmediatamente.

Además de la necesidad de la organización de la clase obrera en organizaciones de masas, sindicatos y otras plataformas y al nivel internacional, continental y regional aquí también hay que mencionar la necesidad de fundar un Partido mundial, eso significa una nueva Internacional, que puede al nivel internacional señalar el camino al movimiento obrero desarrollándose de la base.

El PCML sigue de muy cerca los desarrollos y actúa en la conciencia de la necesidad de análisis y desarrollo teóricos.