En el mundo entero el sistema capitalista ataca con toda violencia sus oponentes, y sobre todo los comunistas porque ellos personifican el futuro y eso lo saben demasiado bien los explotadores. Tampoco tortura y cárcel no pueden cambiar nada en el curso de la historia y en la voluntad revolucionaria de los presos políticos: "estoy convencido de que el socialismo da una perspectiva justa para los cambios revolucionarios de la sociedad. El socialismo es el futuro de la humanidad, aquí no cabe duda alguna". Esto dice Francisco Caraballo, dirigente del PCCML (Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista)) y comandante del Ejército Popular de Liberación (EPL), que ofrece desde 1967 bajo la dirección del PCCML una resistencia armada contra el gobierno reaccionario de Colombia y para la construcción del socialismo. Francisco Caraballo fue detenido y está en la cárcel desde hace el 22 de junio 1994.

Después de haber sido detenido junto con su esposa y su hijo de 16 años fue encarcelado varios meses en la cárcel militar de Bogotá hasta que fue descubierto un conato de asesinato planeado por el ejército. A causa de la presión del movimiento de solidaridad nacional e internacional el gobierno le transladó a la cárcel de alta seguridad de Itagüi-Antiochia, cerca de Medellín donde se encuentra en detención en aislamiento. No está reconocido como preso político, no tiene garantía de su vida, le niegan asistencia médica y medicamentos para tratar su enfermedad.

El camarada Francisco Caraballo está en la cárcel hace más de diez años. Según las leyes del código penal colombiano normalmente ya cumplió su condena pero el Estado reaccionario no respeta ni su propia ley cuando se trata de mantener el poder de las clases dominantes.

Nosotros, el PCML declaramos nuestra solidaridad con Francisco Caraballo y exigimos su inmediata libertad. Al mismo tiempo llamamos a todos los comunistas, revolucionarios y progresistas a solidarizarse con Francisco Caraballo y a protestar contra el Estado colombiano con el fin de conseguir su libertad.