Después de Turkish Airways ahora también los obreros de la Telekom Turca están de huelga. En total son 25.680 obreros se declararon en huelga el 16 de septiembre, en toda Turquía, y exigen que se mejoren las condiciones laborales y salariales. Cuando no se podían poner de acuerdo en las negociaciones de salarios entre el sindicato
Haber-Is y la empresa Telekom Turca, que continuaban desde mayo, los obreros se declararon en huelga y pusieron pancartas en todas las empresas diciendo: "esta empresa está en huelga". Muchas organizaciones democráticas de masas, sindicatos y ciudadanos del país y del extranjero apoyan esta huelga.
En su declaración sobre la huelga el sindicato Haber-Is subrayó que esta huelga también es una lucha contra el desmantela miento de los derechos obtenidos por los obreros hasta hoy. Tampoco podían quebrar el impacto de la huelga, que ya en sus primeras horas fue expuesta a provocaciones por parte de los medios de comunicación burgueses, con los noticias de "sabotaje" publicadas bajo las órdenes de los patrones.
Además de los sindicatos
Tekstil-Sen y
Limter-Is , la
E SP (Plataforma Socialista de los Oprimidos) y la
SGD (Asociación de la Juventud Socialista) también los sindicatos
Petrol-Is , Tek Gida-Is, Genc Sen,
Yol-Is , Tümtis,
Hava-Is como también
EMEP y los obreros de los correos mostraban su solidaridad al publicar declaraciones escritas en diferentes regiones o al visitar los obreros en huelga.
Durante su visita el presidente del sindicato Petrol-Is, Mustafa Öztaskin, dijo en un discurso: "Esta huelga no sólo es la huelga de los obreros de Telekom sino que es también la huelga de toda la clase obrera. Continúan privatizando mientras siguen sus programas de ataque en todos los ámbitos. Con la huelga de Telekom hay que luchar también en contra del capital internacional, no sólo contra el capital nacional."
Esta huelga, que tiene un eco a nivel internacional, también fue apoyada por la red sindical internacional (Global Union), que tiene más de 15 millones de afiliados en todo el mundo. La Global Union, que tiene más de dos millones de afiliados en el sector de telecomunicación, declaró en cartas, que envió al Primer Ministro, al Ministro de Trabajo y de la Seguridad social y al Ministro de Transportes, que "apoyamos absolutamente la lucha que nuestros colegas los obreros llevan a cabo al margen de las negociaciones salariales por un sueldo digno."