En la Cumbre de La Paz en Medio Oriente que tuvo lugar en la ciudad de Anápolis de la provincia Maryland el 25 de noviembre, participaron representantes de 49 países, respondiendo a la invitación de G. W. Bush. No consiguieron ningún éxito los esfuerzos del imperialismo yanqui por avanzar hacia una solución a la cuestión palestino-israelí según sus propios intereses para consolidar su existencia en el Medio Oriente y para mostrar al mundo que "está a favor de la paz". Invitaron representantes de muchos países relacionados y no relacionados al problema, a la conferencia para crear una apariencia de que no buscan soluciones al problema como algunos países, sino ante los ojos de todo el mundo. A finales de octubre, C. Rice, Ministra de Asuntos Exteriores de los EEUU, había realizado una serie de visitas en el Medio Oriente. Para que la conferencia tuviese éxito, ella había explicado los planes y dado las órdenes en cada país. Los países árabes y muchas organizaciones palestinas piensan que esta conferencia tampoco puede llevar a una solución. Las organizaciones palestinas están bastante distanciadas a tal conferencia que no se basa en las decisiones de la ONU. El gobierno legitimado de Palestina no está invitado a la conferencia e incluso, las fuerzas imperialistas intentan aislarlo y así, derribarlo. Según Massal, el líder del Hamas, "El encuentro de Anápolis es un gran plan estratégico de los EEUU incluyendo su objetivo de la guerra que viene en la región". Según esto, Irán, Siria, la Franja de Gaza que está bajo el control del Hamas y del Hezbollah en Líbano son los blancos de la guerra. El imperialismo yanqui que divide la Palestina y excluye las verdaderas fuerzas de la solución - las organizaciones palestinas- consideran solamente M. Abbas como la fuerza para negociar. Poniendo algunos presos en la libertad, Israel quiso dar el mensaje de que haría muchos sacrificios. Pero en la realidad, trata de conseguir que la administración de Abbas acepte la situación presente y ponga sus esperanzas en la conferencia de Anápolis. La banda de los EEUU e Israel quiere endormir la cuestión Palestina por un cierto tiempo a través de un nuevo Oslo y así, consolidar su situación para enfrentarse con las fuerzas oponentes en el Medio Oriente, Irán y Siria. Según los objetivos del dúo de Israel y los EEUU, la conferencia no formará una base por la paz en el Medio Oriente sino que provocará nuevas guerras. Sin embargo, los Estados árabes respondieron a la demanda de la banda de Israel y los EEUU participando en la conferencia, crearon el ambiente para la realización de los planes imperialistas y sionistas. Según Liwni, Ministro de Asuntos Exteriores de Israel, la Conferencia de Anápolis es el comienzo de las negociaciones de la paz con Palestina después de 7 años y no tuvieron el objetivo de discutir los problemas fundamentales. Y lo que él dijo ocurrió. Lo que el imperialismo yanqui e Israel quieren es bastante claro: Dar al pueblo palestino la esperanza que es posible de establecer el Estado palestino. Ya lo habían tratado anteriormente. El proceso de Oslo de principios de la década de los 90 era un mapa de ruta para establecer un Estado palestino. El resultado del proceso de Oslo es la situación actual de Palestina. Siguiendo la línea de Arafat, Abbas empezó un nuevo proceso de Oslo en Anápolis. Pero esta vez no tiene un trabajo fácil, porque sí hay las fuerzas que luchan contra los planes imperialistas y por una Palestina soberana. El imperialismo yanqui bárbaro que ha convertido el Medio Oriente en una arena de guerra trata de avanzar consolidando su dominación en la región, apoyando la administración de Abbas para aplastar junto con Israel las fuerzas que resisten a los planes imperialistas y sionistas. ¿Cuales son los resultados de la conferencia? Nada solamente declaraciones de voluntad para una "solución con dos Estados" y la continuación de las negociaciones entre Olmert y Abbas. Sin embargo, lo importante es la perspectiva desde la cual se discute el resultado. La conferencia servirá a los EEUU y a Israel para consolidar sus intereses en el Medio Oriente y legitimarlos delante de muchos "testigos falsos" ante los ojos del mundo. Es imposible de lograr la paz entre Palestina e Israel sin el establecimiento de un Estado palestino soberano. Y este Estado no es algo como lo que fue propuesto en Oslo. Él del Oslo era un estado cuyas fronteras no estaban definidas. Era desarticulado, dependiente del imperialismo yanqui, y podría sobrevivir sólo con la piedad del sionismo. El imperialismo yanqui y el sionismo tienen el objetivo de establecer un protectorado en nombre del "Estado palestino soberano". Y la demanda principal del pueblo palestino es un Estado palestino, donde por lo menos las fronteras de 1967 sean aceptadas, Jerusalén sería la capital para ambos Estados, y el problema de los refugiados debe ser resuelto. El papel del Estado turco: La burguesía turca invitó a Simon Perez, presidente de Israel y a Mahmud Abbas, Presidente de Palestina, a Turquía para pronunciar discursos en el parlamento el 12 de noviembre. Organizando así el encuentro de ellos por la primera vez y en este sentido, una prueba antes de la conferencia, la burguesía turca ha mostrado a todo el mundo que se proyecta como el "ayudante para la paz" y que Israel y Palestina quieren la paz. La burguesía turca intenta ocultar su belicismo y chauvinismo y reducir la ira del pueblo contra los EEUU e Israel. Pero los esfuerzos de la burguesía para servir al imperialismo yanqui y el sionismo israelí no fueron suficientes. Pero al final, después de sus esfuerzos muy intensos, logró recibir una invitación a la conferencia, a la cual fueron invitados muchos países, de Moritania e Indonesia a Senegal y Brasil.
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