El pueblo nepalés, luchando por más que diez años bajo la dirección del Partido Comunista Nepalés (Maoísta) (PCN (M)) contra la monarquía ganaron una nueva victoria. Los jóvenes, mujeres, campesinos, obreros y pueblos oprimidos de Nepal han mostrado también en las elecciones a la Asamblea Constituyente, que son a favor del fin de la monarquía y el PCN (M) triunfó asombrosamente en las elecciones. A través de estas elecciones, el pueblo nepalés tiró, con la gran lucha que llevó a cabo bajo el liderazgo de los revolucionarios maoístas contra la monarquía de Nepal, los Estados Unidos y otros potencias imperialistas y contra el expansionismo de la India y con las conquistas aseguradas a través de la lucha armada revolucionaria de esta lucha, la monarquía exactamente al lugar que merece: al basurero de la historia. El pueblo nepalés también dio la respuesta merecida a los partidos burgueses, que actuaban desde hace años de manera reconciliadora ante la monarquía a causa de su miedo, de que la lucha revolucionaria del pueblo pueda liquidarles también. La victoria del pueblo de Nepal dio un golpe duro a las mentiras de la burguesía, que la era de las revoluciones ya se acabó y además se mostró una vez más de que “un enemigo armado sólo puede ser derrotado con armas” y esta victoria se volvió en un fuente de inspiración revolucionaria por todos los pueblos del mundo, por todos los obreros y trabajadores. Con la tesis de la guerra de las civilizaciones, la burguesía imperialista provoca la enemistad entre los pueblos. Mientras que anuncian los pueblos de Asia y de muchas regiones más de ser atrasados y bárbaros, el pueblo nepalés mostró al derrumbar la monarquía reaccionaria nepalesa, directamente apoyada por los imperialistas, que son los revolucionarios los que representan los valores progresistas de la humanidad. Al convertir la lucha armada llevada a cabo por años a la victoria en las elecciones de la Asamblea Constituyente, el pueblo nepalés no sólo logró una gran conquista en el camino hacia su propia libertad sino también se volvió en un saludo revolucionario levantándose desde Asia a los pueblos, que hacen sufrir el imperialismo yanqui en el Irak, el sionismo israelí en Palestina, el fascismo colonialista turco en Kurdistán y los gobiernos colaboradores neoliberales en los países de América Latina derrotas duras. Nosotros, el Partido Comunista Marxista Leninista, saludamos con todo el entusiasmo del fuego de la lucha en Turquía y Kurdistán del Norte la victoria del pueblo nepalés y de los revolucionarios, que hacen ondear al viento la bandera de la libertad en el techo del mundo.

¡Viva la lucha revolucionaria del pueblo nepalés!