La pacifista Pippa Bacca, que se puso en marcha desde Italia haciendo auto-stop vestida en traje de novia junto con su amiga Silvia Moro pasando por los Balcanes y Turquía en el camino a Tel Aviv, con el fin de llamar la atención sobre los países que están sufriendo de guerra, fue encontrada violada y asesinada el 11 de abril cerca del pueblo Tavsanli, en la comunidad Kocaeli, Gebze.
El crimen cometido contra Pippa Bacca sólo es uno de muchos maltratos sexuales y violaciones que tienen lugar en Turquía y Kurdistán del Norte todos los días. En este país, donde la violación es usada por el Estado en contra de mujeres revolucionarias, comunistas y patriotas kurdas como método de tortura, donde docenas de juicios sobre violaciones concluyeron con sentencias muy pequeñas - con el fundamento de que eran las mujeres que los provocaron - y por eso no tenían un papel intimidador o aun concluyeron con absolución, donde un violador sea liberado de cualquier castigo si consiente en casarse con la mujer que ha violado, lo que pasó a Pippa Bacca en este país no es una excepción ni, como los medios de comunicación burgueses en Turquía tratan de decir, el resultado de la perversidad personal del conductor del camión, quien la violó. El caso de Pippa Bacca es uno de los crímenes del Estado burgués turco, que abriga las violaciones con las leyes, contra las mujeres. La prensa burguesa turca presentó la violación de Pippa Bacca como un caso aislado y así trató de mostrar el Estado de manera buena. La misma prensa cerró los ojos ante el hecho de que en los mismos días un agente de policía trató de violar una mujer con el nombre A.G.C, usando el pretexto de una batida en su casa.
El caso Pippa Bacca causó también protestas de las organizaciones de mujeres, que especialmente en los últimos 15 años están llevando a cabo luchas importantes contra el maltrato y las violaciones. La Asociación de las Mujeres Trabajadoras (
EKD ) de Ankara cortó el tráfico el 14 de abril en trajes de novia sangrientos e hizo una marcha silenciosa. El hecho de que las mujeres de la EKD, que organizaron una acción callejera en Kartal-Estambul, fueron amenazadas por la policía con las palabras: „si gritáis la consigna „policía, violador"vamos a intervenir"resulta del miedo creado por la lucha de las mujeres comunistas en contra la tortura de violación en detención. En Esmirna las mujeres del sindicato
Egitim-Sen protestaron con un mitin de prensa contra al acontecimiento. En Estambul, Gebze y Bursa las organizaciones de mujeres también salieron a las calles. En las acciones exigieron una vez más la abolición del artículo de las leyes que abre el camino a maltratos y violaciones.