El ataque a los presos políticos es un intento para intimidar la oposición social en general y debilitarla. La respuesta a esto sólo puede ser la lucha unida de todas las fuerzas progresistas y revolucionarias, dentro de las cárceles y afuera en las calles, por libertad y justicia. 1 de Mayo 2008 / Boletín Internacional / N° 69 La tradición de las resistencias en las cárceles turcas tiene una larga historia. A pesar de toda la violencia y tortura desde la fundación de la república, sobre todo durante los golpes militares y en la época de la guerra sucia contra el pueblo kurdo, las cárceles siembre eran un lugar de lucha y de resistencia. Los aparatos de opresión de la burguesía se volvieron en verdaderas fortalezas de resistencia a través de la voluntad inquebrantable y la actitud determinada de los presos de no darse por vencidos y de defender su identidad revolucionaria. La vida en colectivos, la educación común y la disciplina fuerte fortalecieron los presos y les hizo ser revolucionarios aun más determinados. A principios de los años 90 la burguesía empezó a implantar el sistema de la detención por aislamiento con el fin de quebrar la resistencia en las cárceles y de separar los presos del movimiento de afuera y así debilitar el movimiento entero. Los presos políticos enfrentaron este ataque con una resistencia determinada con las huelgas de hambre hasta la muerte de 1996 y 2000. A pesar de victorias importantes de los revolucionarios finalmente la dictadura fascista implantó ampliamente la detención por aislamiento. En las cárceles de alta seguridad de tipo F los presos están encarcelados en celdas individuales o de tres personas y sometidos a una incomunicación extrema. ¡Pero el ataque de la burguesía fue en balde! Tampoco con las cárceles de tipo F los que están en el poder podían aislar los revolucionarios encarcelados de la lucha de afuera o destruir su identidad revolucionaria. La voz de los presos también sigue abriéndose paso por los muros aislados contra cualquier ruido exterior y sigue siendo parte de la lucha social. La detención por aislamiento no logró quebrar el espíritu revolucionario de los presos políticos y la resistencia sigue con distintos medios. Resultando de lucha seguida, en enero 2007 el Estado fue obligado a suspender el aislamiento por partes. Sobre todo la huelga de hambre hasta la muerte del abogado Behic Asci y la gran publicidad obligaron el Estado a pasar un decreto ablandando el aislamiento. El decreto pasado por el ministro de justicia está garantizando el derecho de que los presos pueden pasar 10 horas juntos cada semana. Esto es una gran victoria en la lucha contra la tortura por aislamiento. Pero el tiempo después de la aprobación del decreto mostró, que su aplicación sólo puede ser impuesta a través de una lucha determinada y permanente. En muchas cárceles sigue la violación de los derechos de los presos y también el derecho a reuniones entre los presos se restringe arbitrariamente. En la prisión del tipo F Kiriklar este decreto no se aplica desde hace 5 meses. Se niega el derecho a reuniones a los presos, se cierra el agua y se da comida mala. El 16 de abril 7 presos encarcelados en la prisión del tipo F Kiriklar no fueron llevados al juicio ante la Tribunal de Crímenes Graves No 10 porque han protestado contra la manera inhumana de poner las esposas. A base de ello, el tribunal decidió de llevarles al próximo juicio usando violencia si es necesario. Así de hecho han dado la orden de atacar los presos. Cuando los presos exigen sus derechos son castigados con castigos disciplinarios. En la cárcel de aislamiento Tekirdag No 2 solamente hay dos veces una hora de agua caliente cada mes. Hablar kurdo también significa castigo disciplinario, periódicos y revistas en kurdo o lenguas extranjeras no se entregan a los presos. Todavía salen a la luz nuevos casos de tortura y tribulaciones y abusos sexuales en el camino al juicio pasan frecuentemente. La mayoría de las cartas de los presos son censuradas o no enviadas. El 10 de abril el diputado del DTP Akin Birdal hizo una interpelación en el parlamento. Demandó al ministro de justicia de responder por qué la directora de la radio Ozgur Radyo, Fusun Erdogan y el redactor en jefe del periódico Atilim, Ibrahim Cicek no pueden verse a pesar de ser casados. Los dos han sido encarcelados junto con 21 comunistas más en septiembre 2006 y hasta hoy tenían sólo dos juicios. Además, Akin Birdal dijo que durante el último mes recibió más de 100 cartas de protesta de las cárceles. Sobre todo desde la aprobación de la ley antiterrorista en junio 2006 las detenciones arbitrarias y los ataques a los derechos de los presos como también la represión al exterior han aumentado. Hoy, más de 10.000 presos políticos están encarcelados en Turquía, en muchos casos por años sin ser sentenciados. El ataque a los presos políticos es un intento para intimidar la oposición social en general y debilitarla. La respuesta a esto sólo puede ser la lucha unida de todas las fuerzas progresistas y revolucionarias, dentro de las cárceles y afuera en las calles, por libertad y justicia.
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