Masacre de la contraguerrilla en Gungoren-Estambul
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La masacre de Gungoren es un nuevo elemento en la lista negra de crímenes de la contraguerrilla, que ya contiene docenas de masacres de masas, asesinatos de intelectuales, desapariciones forzadas en detención policial, quemar de pueblos, tortura y ejecuciones extralegales en la calle.

  
1 de Septiembre 2008 / Boletín Internacional / N° 73  
 
Las fuerzas de la contraguerrilla, que entraron una vez más a la agenda del día con las operaciones de Ergenekon , cometieron una nueva masacre contra el pueblo.
El 27 de julio, bombas de la contraguerrilla explotaron en Gungoren-Estambul y 18 trabajadores perdieron su vida, entre ellos también niños.
El masacre de Gungoren es uno de las masacres de masas cometidos por la contraguerrilla, como el masacre del 1° de Mayo 1977 en Taksim-Estambul, en 1978 en Maras, en 1980 en Forum, en 1993 en Sivas, en 1996 en Gazi -Estambul y muchos más.
Inmediatamente después de la masacre, todas las fuerzas del estado del Primer Ministro hasta el jefe del Estado Mayor y los partidos burgueses de la oposición mostraron lágrimas de cocodrilo y condenaron el terror. Los medios de comunicación burgueses se esforzaron mucho para transformar la tragedia del pueblo trabajador perdiendo su vida en un medio por provocación. Pretendieron que el PKK era responsable por el ataque de bombas. 8 patriotas kurdos fueron encarcelados con gran prisa y declarado como los "lanzabombas de Gungoren". La prensa burgués pretendió que Huseyin Gureli, uno de los presos, "fue educado en Kandil y llegó tres meses antes" y publicaron también otras mentiras en el nombre de Gureli y escribieron títulos en los periódicos como "yo metí la bomba y observó todo". Pero sólo unos días después salió a la luz que Gureli, de que pretendieron que vino de Kandil, está trabando en un trabajo registrado en Estambul desde hace 7 años y de todos 8 presos no fueron ni interrogados sobre el ataque de bombas sino que fueron detenidos pretendiendo que habían apoyado el PKK dando ayuda y acomodación.
El PKK anunció desde el primer día que no tiene nada que ver con el ataque de bombardeo y las fuerzas patrióticas kurdas participaron en las acciones en contra la masacre.
El fin del estado contraguerrillero era echar la culpa de la masacre de Gungoren al PKK y así atizar la enemistad contra los kurdos y de orientar la atención de la opinión pública, que se concentró en las organizaciones contraguerrilleras en el último tiempo, hacia conflictos chauvinistas.
Los revolucionarios, gente progresista, patriotas y comunistas desenmascararon rápidamente la masacre cometida por la contraguerrilla y empezaron con acciones. Al organizar acciones unidas y separadas en docenas de ciudades y plazas anunciaron que el estado de la contraguerrilla es responsable por la masacre de Gungoren y trataron de frustrar el juego sucio del estado.
La masacre de Gungoren es un nuevo elemento en la lista negra de crímenes de la contraguerrilla, que ya contiene docenas de masacres de masas, asesinatos de intelectuales, desapariciones forzadas en detención policial, quemar de pueblos, tortura y ejecuciones extralegales en la calle. Justo en esta situación, en la cual el régimen organizó las operaciones de Ergenekon con el fin de disciplinar sus propias fuerzas y encarceló algunos de los elementos desenmascarados de la organización de la contraguerrilla, antes de todo el AKP y algunos círculos más trataron de crear la impresión como si ajustan cuentas con la contraguerrilla y de aprovechar de esta impresión, explotaron las bombas de Gungoren y mostraron una vez más que la contraguerrilla no es una parte del estado sino el estado mismo. Con su mano izquierda, el régimen está encarcelando estos elementos de la contraguerrilla sobre el perdió el control y está liquidándoles y con su mano derecha está organizando masacres contraguerrilleras.
La reacción de las fuerzas revolucionarias y progresistas en contra la masacre ha sido positive, pero para demandar en la ocasión del juicio de Ergenekon aclarar las masacres de masas de Maras a Gazi, los asesinatos de los intelectuales y los casos de desapariciones forzadas y para pedir cuentas es necesario organizar la presión de las masas y de aumentar la lucha.

 

 

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La masacre de Gungoren es un nuevo elemento en la lista negra de crímenes de la contraguerrilla, que ya contiene docenas de masacres de masas, asesinatos de intelectuales, desapariciones forzadas en detención policial, quemar de pueblos, tortura y ejecuciones extralegales en la calle.

  
1 de Septiembre 2008 / Boletín Internacional / N° 73  
 
Las fuerzas de la contraguerrilla, que entraron una vez más a la agenda del día con las operaciones de Ergenekon , cometieron una nueva masacre contra el pueblo.
El 27 de julio, bombas de la contraguerrilla explotaron en Gungoren-Estambul y 18 trabajadores perdieron su vida, entre ellos también niños.
El masacre de Gungoren es uno de las masacres de masas cometidos por la contraguerrilla, como el masacre del 1° de Mayo 1977 en Taksim-Estambul, en 1978 en Maras, en 1980 en Forum, en 1993 en Sivas, en 1996 en Gazi -Estambul y muchos más.
Inmediatamente después de la masacre, todas las fuerzas del estado del Primer Ministro hasta el jefe del Estado Mayor y los partidos burgueses de la oposición mostraron lágrimas de cocodrilo y condenaron el terror. Los medios de comunicación burgueses se esforzaron mucho para transformar la tragedia del pueblo trabajador perdiendo su vida en un medio por provocación. Pretendieron que el PKK era responsable por el ataque de bombas. 8 patriotas kurdos fueron encarcelados con gran prisa y declarado como los "lanzabombas de Gungoren". La prensa burgués pretendió que Huseyin Gureli, uno de los presos, "fue educado en Kandil y llegó tres meses antes" y publicaron también otras mentiras en el nombre de Gureli y escribieron títulos en los periódicos como "yo metí la bomba y observó todo". Pero sólo unos días después salió a la luz que Gureli, de que pretendieron que vino de Kandil, está trabando en un trabajo registrado en Estambul desde hace 7 años y de todos 8 presos no fueron ni interrogados sobre el ataque de bombas sino que fueron detenidos pretendiendo que habían apoyado el PKK dando ayuda y acomodación.
El PKK anunció desde el primer día que no tiene nada que ver con el ataque de bombardeo y las fuerzas patrióticas kurdas participaron en las acciones en contra la masacre.
El fin del estado contraguerrillero era echar la culpa de la masacre de Gungoren al PKK y así atizar la enemistad contra los kurdos y de orientar la atención de la opinión pública, que se concentró en las organizaciones contraguerrilleras en el último tiempo, hacia conflictos chauvinistas.
Los revolucionarios, gente progresista, patriotas y comunistas desenmascararon rápidamente la masacre cometida por la contraguerrilla y empezaron con acciones. Al organizar acciones unidas y separadas en docenas de ciudades y plazas anunciaron que el estado de la contraguerrilla es responsable por la masacre de Gungoren y trataron de frustrar el juego sucio del estado.
La masacre de Gungoren es un nuevo elemento en la lista negra de crímenes de la contraguerrilla, que ya contiene docenas de masacres de masas, asesinatos de intelectuales, desapariciones forzadas en detención policial, quemar de pueblos, tortura y ejecuciones extralegales en la calle. Justo en esta situación, en la cual el régimen organizó las operaciones de Ergenekon con el fin de disciplinar sus propias fuerzas y encarceló algunos de los elementos desenmascarados de la organización de la contraguerrilla, antes de todo el AKP y algunos círculos más trataron de crear la impresión como si ajustan cuentas con la contraguerrilla y de aprovechar de esta impresión, explotaron las bombas de Gungoren y mostraron una vez más que la contraguerrilla no es una parte del estado sino el estado mismo. Con su mano izquierda, el régimen está encarcelando estos elementos de la contraguerrilla sobre el perdió el control y está liquidándoles y con su mano derecha está organizando masacres contraguerrilleras.
La reacción de las fuerzas revolucionarias y progresistas en contra la masacre ha sido positive, pero para demandar en la ocasión del juicio de Ergenekon aclarar las masacres de masas de Maras a Gazi, los asesinatos de los intelectuales y los casos de desapariciones forzadas y para pedir cuentas es necesario organizar la presión de las masas y de aumentar la lucha.