El 17 de octubre, los abogados de Abdullah Ocalan anunciaron que el líder del movimiento nacional kurdo, que es encarcelado en aislamiento en la isla de Imrali desde hace 9 años, fue atacado físicamente y amenazado con la muerte. Junto con los ataques de linchamiento contra el pueblo kurdo como el a finales de septiembre en Altinova, las operaciones militares continuando por el ejército turco en Kurdistán del Norte, la decisión del parlamento del 10 de octubre de extender la decisión de la intervención militar en Kurdistán del Sur, las encarcelamientos aumentados de patriotas kurdos y la prohibición de publicación de periódicos kurdos son la expresión de la continuación de la política estatal de negación y aniquilamiento del régimen colonialista fascista. El ataque contra Abdullah Ocalan no significa solamente un ataque a cualquier preso kurdo sino un ataque al movimiento nacional kurdo. Dando el hecho que es una reivindicación principal de la nación kurda tener el derecho de hacer política con su propia identidad, Ocalan, como la persona que es considerado por este movimiento como su voluntad política, se volvió en un símbolo del movimiento nacional. Si el régimen fascista le ataca a él eso no significa otra cosa sino un ataque contra el movimiento nacional kurdo y sus reivindicaciones legítimas democráticas y nacionales.
Por eso, no era sorpresa que muchos protestos tuvieron lugar por todos lados de Turquía y Kurdistán y también en Europa empezando inmediatamente después del anuncio del ataque. Pero el nivel de participación de masas logrado y el carácter militante de estas respuestas al ataque eran enormemente y horrorizaron verdaderamente la dictadura colonialista fascista. En algunas ciudades, sobre todo en Amed, las protestas se volvieron en levantamientos de masas, llamado serhildan en kurdo. En Amed, las protestos contra el ataque a Ocalan se unieron con las protestos contra la visita del Primer Ministro Erdogan, que da caza a votos en Kurdistán por los elecciones locales, y el pueblo kurdo no dejó ninguna duda a cual lado están. Las tiendas cerraron, las escuelas eran boicoteadas, la basura no recogida y el pueblo de Amed salió a la calle encendiendo los fuegos del serhildan y construyeron barricadas contra la policía atacando. La policía no podía entrar a los barrios resultando de la resistencia de la gente con cócteles molotov.
Por un lado las acciones de la guerrilla y por otro lado los serhildans alarmaron tanto al Estado turco que organice una reunión de cumbre tras otra. El jefe del estado mayor Ilker Basbug está participando en las reuniones del consejo de ministros. Aumentan el presupuesto de la guerra sucia en Kurdistán y hablan de una reorganización y medidas secretas. Todo eso muestra la incapacidad del Estado turco frente a la resistencia kurda y también la insistencia del Estado de continuar la guerra sucia en la cuestión kurda
Por todos lados, las acciones de defensa de Abdullah Ocalan se convirtieron en protestos contra el gobierno del AKP y el propio régimen colonialista fascista. Además, los protestos no eran limitados a manifestaciones, marchas boicoteos de escuelas durante el día sino incluyeron también medios de lucha muy militantes como luchas callejeras por horas, encender oficinas del AKP y quemar docenas de autos en las grandes ciudades de Turquía. A pesar de toda la represión con bombas de gas, tanques y armas por el Estado burgués turco, incluso el asesinato de Ahmet Ozhan, 20 años de edad, el 20 de octubre en Dogubeyazit y el ataque brutal de la policía durante su funeral el 22 de octubre, en lo cual participaron docenas de miles de gente y donde Ramazan Aktas fue atropellado por un tanque de la policía y herido gravemente, los patriotas kurdos no daron un paso atrás sino mostraron su determinación en continuar su lucha legítima con todos los medios necesarios. Además, a pesar de todos sus esfuerzos, el régimen no era capaz en dividir el movimiento en legal e ilegal, en movimiento legal de masas y partidos democráticos por un lado y las fuerzas armadas de la guerrilla al otro lado. Al contrario, de los diputados y alcaldes, las organizaciones de masas democráticas hasta los comandantes de la guerrilla el pueblo kurdo era como un solo frente contra el ataque, dispuesto a defender su causa legítima y su voluntad política, representada por Ocalan.
Muchas otras fuerzas políticasm también en las ciudades turcas, expresaron su solidaridad con la nación oprimida kurda y organizaron acciones de protestas unidas como el de 26 de octubre en Esmirna. A pesar de la prohibición de esta acción por el gobernador, 5000 personas marcharon por la fraternidad de los pueblos y democracia. Pero a pesar de estos ejemplos, los esfuerzos de extender los serhildans de Kurdistán también a las ciudades turcas no eran suficientemente exitosos. Hoy es una de las tareas más urgentes del movimiento revolucionario y comunista en Turquía de militar hombro a hombro con el pueblo kurdo contra el enemigo común, la dictadura colonialista fascista. Nuestro partido está protestando por un lado con acciones distintas contra los ataques de la dictadura fascista a Ocalan y el pueblo kurdo y al otro lado está llamando a los obreros y trabajadores turcos a defender las reivindicaciones del pueblo hermano kurdo.