05 Julio 2009 /Oficina Internacional / Comunicado N° 45

El ejército de Honduras realizó un golpe militar la semana pasada derrocando el gobierno elegido de Honduras, detuvo al presidente del Estado Manuel Zelaya y le desterraron.
El golpe militar en Honduras fue respuesta con la grande ira de los pueblos, sobre todo los de la América Latina que ha atestiguado grandes dolores llenos de las torturas, masacres y desapariciones forzadas durante las juntas militares llevados a cabo en los 1970s y 1980s con el apoyo de los EEUU.
El presidente de Honduras Manuel Zelaya afiliado al Partido Liberal y su gobierno desarrolló una cerca colaboración con los gobiernos populares en América Latina basados en el eje de Venezuela, Bolivia y Cuba. Participó en la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). Puso algunas limitaciones a los monopolios extranjeros activos en el país. En contrario a las políticas tradicionales proyanquís, adoptó una política extranjera basada en las relaciones con los países de América Latina tratando así de seguir un camino relativamente independiente del desarrollo capitalista. Últimamente, intentó garantizar su poder a través de los cambios en la Constitución. Todo esto produjo grandes contradicciones y conflictos para el poder entre el gobierno y el ejército hondureño proyanquí.
Los Estados de América Latina con los cuales Zelaya estaba en buena relación, sobretodo el presidente de Venezuela Hugo Chavez se reaccionaron fuertemente contra el golpe militar y comentaron este acontecimiento como un mensaje de los EEUU a ellos.
Este golpe militar del ejército hondureño no solo hace el gobierno de Zelaya el blanco sino también tiene el objetivo de eliminar las conquistas de la lucha del pueblo hondureño. Este golpe militar es una expresión de la reacción del imperialismo y de las burguesías latinoamericanas colaboracionistas ante los movimientos populares aumentando en América Latina, las medidas progresistas tomadas bajo la presión de estos movimientos y las políticas continentales concretizadas en la ALBA de los partidos burgueses populistas en América Latina.
El hecho que tanto los EEUU y la ONU como muchos otros países han condenado el golpe militar muestra que una junta militar clásica prolongada no es tan compatible por ahora con la situación internacional actual, pero al mismo tiempo es una expresión del nivel actual de la agudización y polarización de las luchas de clase en América Latina. Los ataques de las fuerzas fascistas organizadas y armadas en Bolivia y Venezuela, las masacres de los Estados contra las masas -el último ejemplo de esto se produjo en Perú ante la resistencia del pueblo amazónico-, el aumento del papel de la violencia en la lucha de las masas también como lo ocurrió en la experiencia de Perú, y hechos parecidos son importantes señales que muestran el futuro de las resistencias populares en el continente siendo luchas ejemplares para todo el mundo.
El PCML expresamos nuestra solidaridad con el pueblo de Honduras. Luchando en una región que no es extraño a los golpes militares e intentos de golpes militares y en donde hay un ambiente política de aumento de las luchas que demanda el juzgamiento de los responsables del golpe fascista militar del 1980, nosotros compartimos la ira del pueblo hondureño y saludamos las acciones en contra del golpe. Llamamos a todas las fuerzas progresistas, revolucionarias y comunistas del mundo a defender en la acción al pueblo hondureño y condenar a los golpistas.

PCML
Turquía / Kurdistan del Norte
Oficina Internacional