El golpe del 12 de septiembre primero reprimió los revolucionarios y patriotas kurdos y a continuación llevó esta estructura del régimen bajo garantía de leyes y construyó sus instituciones. 

01 Agosto 2009 /

 En Turquía y Kurdistán del Norte, que experiencia 3 golpes militares; el del 27 de mayo 1960, del 12 de marzo de 1971 y del 12 de septiembre 1980 y el 28 de febrero 1997 un "golpe post-moderno", y donde la lucha por la condena de los golpistas continua por décadas, las discusiones sobre la condena de los junta generales se encendió de nuevo en el contexto de los conflictos internos entre las fuerzas del régimen.
La reconciliación en cuanto a las políticas de los Estados Unidos sobre el Medio Oriente conseguida entre el frente del ejército y el frente del gobierno fue convulsionada una vez más con el "plan de acción contra la reacción religiosa" dirigido contra el gobierno saliendo a la luz. Esto mostró otra vez que la lucha de poder está continuando con toda fuerza. Al mismo tiempo, la discusión sobre la condena de los generales de la junta y el ajuste de cuentas con el 12 de septiembre llegó de nuevo al orden del día.
El golpe militar del 12 de septiembre 1980 es una historia sangrienta de tortura, ejecución, desaparición forzada, asesinatos políticos, ejecuciones extralegales en plena calle, refugiados, la quema de libros y violaciones. A pesar de las primeras elecciones después del régimen de la junta en 1983 y la reapertura del parlamento burgués, el ejército continúa ser la fuerza principal gobernando la política burgués a través del MGK (Consejo de Seguridad Nacional). Además, el parlamento fue abierto sólo después de haber oprimido las fuerzas revolucionarias y patriotas kurdas como también la oposición progresista democrática y después de haber garantizado el papel del ejército en la constitución y las demás instituciones.
El artículo 15 fue incluido como artículo "temporal" a la constitución, que fue forzada al pueblo con fuerza de armas en 1982, y este artículo impide la condena de los generales de la junta y su jefe Kenan Evren, que llevaron a cabo el golpe militar fascista del 12 de septiembre. Así pues, el golpismo fue garantizado y legitimado a nivel constitucional.
De algún modo, este artículo "temporal" de la constitución no pasó sino está todavía en vigor. De hecho, la estructura estatal del régimen de la junta, que fue introducido después del golpe fascista militar del 12 de septiembre, ha sido conservada en su esencia durante 30 años en todos sus puntos básicos.
Las discusiones sobre el golpe estallaron especialmente con la aparición del documento titulado "plan de acción contra la reacción religiosa" firmado por el coronel Dursun Cicek. El ejército turco llamó este documento "un pedazo de papel" y declaró que no van a empezar una caza de brujas entre ellos mismos. Pero, resultando también de la reconciliación forzada entre el frente del gobierno y el frente del ejército, el coronel fue encarcelado por un tribunal civil.
Hay dos razones por esta reconciliación forzada, que fue realizada a pesar de la lucha de poder entre gobierno y ejército continuando a toda fuerza. La primera razón tiene que ver con la situación internacional; los dos frentes del fascismo turco colonialista colaborando con los EE.UU. llegaron a la misma posición en base a la política del Medio Oriente de los EE.UU. la segunda razón tiene que ver con las equilibrios internos. Es un hecho que el régimen no puede aguantar cualquier conflicto más serio.
El ejército turco, que está perdiendo muchas posiciones desde hace mucho tiempo, que también es la razón por la cual lleva a cabo un "plan de golpe" tras otro, quiere guardar su situación actual; su impacto y sus privilegios al poder burgués. Por eso repite frecuentemente el argumento que la existencia del ejército es el garante del régimen. Al mismo tiempo Tayyip Erdogan podía decir en las ultimas discusiones que "el garante del régimen es la policía". Aunque trató de aliviar sus palabras después, el mensaje fue claro. Pasar el papel del garante del régimen del ejército a la policía significa pasar del frente del ejército a lo del gobierno. Está todavía abierto cual de los dos lados predominará en el conflicto persistente.
Erdogan trata de presentar sus pasos para arrinconar al ejército y extendiendo su propio poder bajo el nombre de democracia. Al mismo tiempo, la lucha no se trata de cómo el carácter del régimen debe cambiar, se trata de quién tendrá más poder en el régimen existiendo conservando sus fundamentos de la estructura estatal militar burócrata y la constitución fascista del 12 de septiembre.
Al mismo tiempo, los planes de golpe saliendo a la luz frecuentemente y las discusiones de golpe, las declaraciones hechos por la prensa burgués, los partidos burgueses de oposición y varios frentes de la burguesía no van más allá de aguar y caricaturizar la situación.
El golpe del 12 de septiembre primero reprimió los revolucionarios y patriotas kurdos y a continuación llevó esta estructura del régimen bajo garantía de leyes y construyó sus instituciones. El MGK es el mecanismo gobernando de verdad del estado; las decisiones sobre todas medidas fundamentales del estado turco fascista colonialista se toman allá. El Documento de la Política de la Seguridad Nacional es la verdadera constitución inoficial de la República Turca.
Detrás de las discusiones sobre el golpe de la burguesía se puede ver esta realidad. Tenemos que entender los cambios del Código Penal Turco, hechos por el gobierno del AKP , que abren el camino para encausar a soldados en tribunales civiles, en el contexto de esta lucha de poder.
Las fuerzas progresistas, revolucionarias y comunistas llevan a cabo por años una gran lucha con el fin de la condena de los golpistas, la abolición del artículo 15 "temporal" de la constitución, castigo de tortura y todos los demás crímenes contra a la humanidad. Condenar los golpistas será una gran conquista en la lucha de la clase obrera, los trabajadores y la nación kurda oprimida por libertad y democracia. Hay que intervenir consciente de eso en las discusiones de golpe continuadas y aumentar la lucha contra el golpe de la clase obrera y de los trabajadores, que son la dirección de verdad por los crímenes sangrientas de los golpistas.