El paquete de reformas constitucionales es un táctica de demora del AKP
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Sin la acción y fuerza sancionable desde la base de la clase obrera y de los oprimidos, no es posible ni siquiera una constitución que se puede calificar como una constitución burgués liberal. Porque las constituciones representan la organización de las sistemas. Significan la legalización del balance actual de las fuerzas y de los caracteres de los regímenes.

 

01 Junio 2010 /Boletín Internacional / N° 94

 

Después del fracaso de la "Iniciativa Kurda", el gobierno del AKP trata de ganar más fuerza y conseguir nuevas posiciones dentro del aparato del Estado a través de un nuevo paquete de reformas constitucionales. Este paquete de reformas es una voluntad y necesidad del capital imperialista y del gobierno del AKP que es su colaborador.
La Constitución de Turquía es un producto del golpe militar fascista del 12 de septiembre de 1980. Significa la legalización de las instituciones y del funcionamiento del Estado colonialista fascista y de las medidas fascistas. Lleva impunidad y libertad a las clases dominantes y prohibiciones, represión y desorganización a la clase obrera y a los oprimidos.
La lucha democrática nacional kurda, el movimiento democrático de los Alevitas, las luchas de la clase obrera y de las masas trabajadoras por la libertad, democracia y justicia forzó el Estado burgués turco y su gobierno a hacer algunas reformas parciales o por paquete. Estas reformas hechas hasta hoy no han cambiado la esencia, la lógica y el carácter de la constitución. Efectivamente eran reformas llevadas a cabo de acuerdo con los deseos y las necesidades de las políticas de la globalización imperialista.
El paquete de las reformas constitucionales del AKP para 28 artículos en total, 3 de los cuales son los artículos provisorios, fue discutido en el Congreso (los artículos "provisorios" de la constitución fueron añadidos después del golpe fascista del 12 de septiembre pero nunca han sido "provisorios", estando en vigor durante 30 años; son artículos sobre la impunidad de los golpistas y el papel del ejercito en la estructura y en las instituciones del Estado). Y según las decisiones del Congreso, se abrió el camino al referendo sobre el conjunto de estos artículos.
Este paquete anula también el artículo 15 provisorio que otorga impunidad a los dirigentes de la junta militar del 12 de septiembre. Así la "impunidad jurídica" de los miembros del Consejo de la Seguridad Nacional, del gobierno y del consejo de consulta ha sido anulada.
Las discusiones sobre la reforma constitucional son indicadoras que muestra el nivel de la crisis estructural del régimen y de la lucha para el poder entre las camarillas de la clase dominante. Mostraron que continúan las contradicciones y los conflictos entre el gobierno y el ejército, entre el gobierno y la justicia, entre el gobierno y los partidos de la oposición.
La reforma del AKP sobre la estructura del Tribunal Constitucional y del Consejo Superior de los Jueces y Fiscales no cambia el carácter fascista de estas instituciones. El hecho que las reformas dificultan la prohibición de los partidos del sistema burgués no elimina las amenazas de cierre contra los partidos progresistas tal como el BDP . Las prohibiciones políticas no son eliminadas sino bajadas de 5 años a 3 años. Y además, el umbral electoral de 10 por ciento, que tiene como su esencia el objetivo de impedir los partidos revolucionarios y progresistas de subir al parlamento, no es eliminado a pesar de ser una de las demandas democráticas más esenciales del pueblo kurdo. No se habla de la demanda de la clase obrera y de los oprimidos a la libertad de expresión, acción y asociación ni de la demanda de la libertad de la nación kurda y de las minoridades.
Esta constitución es una constitución golpista. Con este paquete, el AKP quiere ganar más fuerza en el poder político. Quiere fortalecer su base social bajo la apariencia de estar en favor de cambios.
Sin la acción y fuerza sancionable desde la base de la clase obrera y de los oprimidos, no es posible ni siquiera una constitución que se puede calificar como una constitución burgués liberal. Porque las constituciones representan la organización de las sistemas. Significan la legalización del balance actual de las fuerzas y de los caracteres de los regímenes. En la realidad, garantizan los privilegios y el poder de las clases dominantes.
En el proceso de las discusiones sobre la constitución, nuestro partido puso en el primer lugar la demanda del procedimiento y castigo a generales golpistas y echar la constitución fascista del 12 de septiembre al basurero. El partido ha formulado reivindicaciones políticas tales como el derecho del asalariado a sindicalizarse y a la huelga sin excepciones, educación en la lengua materna y la anulación del umbral electoral de 10 por ciento y las demandas sociales tales como el derecho a transporte, vivienda, salud y educación sin pago para todos, calificándolos como las reivindicaciones de la clase obrera y los oprimidos. El pueblo hará su constitución en la calle con su acción revolucionaria.


 

 

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Sin la acción y fuerza sancionable desde la base de la clase obrera y de los oprimidos, no es posible ni siquiera una constitución que se puede calificar como una constitución burgués liberal. Porque las constituciones representan la organización de las sistemas. Significan la legalización del balance actual de las fuerzas y de los caracteres de los regímenes.

 

01 Junio 2010 /Boletín Internacional / N° 94

 

Después del fracaso de la "Iniciativa Kurda", el gobierno del AKP trata de ganar más fuerza y conseguir nuevas posiciones dentro del aparato del Estado a través de un nuevo paquete de reformas constitucionales. Este paquete de reformas es una voluntad y necesidad del capital imperialista y del gobierno del AKP que es su colaborador.
La Constitución de Turquía es un producto del golpe militar fascista del 12 de septiembre de 1980. Significa la legalización de las instituciones y del funcionamiento del Estado colonialista fascista y de las medidas fascistas. Lleva impunidad y libertad a las clases dominantes y prohibiciones, represión y desorganización a la clase obrera y a los oprimidos.
La lucha democrática nacional kurda, el movimiento democrático de los Alevitas, las luchas de la clase obrera y de las masas trabajadoras por la libertad, democracia y justicia forzó el Estado burgués turco y su gobierno a hacer algunas reformas parciales o por paquete. Estas reformas hechas hasta hoy no han cambiado la esencia, la lógica y el carácter de la constitución. Efectivamente eran reformas llevadas a cabo de acuerdo con los deseos y las necesidades de las políticas de la globalización imperialista.
El paquete de las reformas constitucionales del AKP para 28 artículos en total, 3 de los cuales son los artículos provisorios, fue discutido en el Congreso (los artículos "provisorios" de la constitución fueron añadidos después del golpe fascista del 12 de septiembre pero nunca han sido "provisorios", estando en vigor durante 30 años; son artículos sobre la impunidad de los golpistas y el papel del ejercito en la estructura y en las instituciones del Estado). Y según las decisiones del Congreso, se abrió el camino al referendo sobre el conjunto de estos artículos.
Este paquete anula también el artículo 15 provisorio que otorga impunidad a los dirigentes de la junta militar del 12 de septiembre. Así la "impunidad jurídica" de los miembros del Consejo de la Seguridad Nacional, del gobierno y del consejo de consulta ha sido anulada.
Las discusiones sobre la reforma constitucional son indicadoras que muestra el nivel de la crisis estructural del régimen y de la lucha para el poder entre las camarillas de la clase dominante. Mostraron que continúan las contradicciones y los conflictos entre el gobierno y el ejército, entre el gobierno y la justicia, entre el gobierno y los partidos de la oposición.
La reforma del AKP sobre la estructura del Tribunal Constitucional y del Consejo Superior de los Jueces y Fiscales no cambia el carácter fascista de estas instituciones. El hecho que las reformas dificultan la prohibición de los partidos del sistema burgués no elimina las amenazas de cierre contra los partidos progresistas tal como el BDP . Las prohibiciones políticas no son eliminadas sino bajadas de 5 años a 3 años. Y además, el umbral electoral de 10 por ciento, que tiene como su esencia el objetivo de impedir los partidos revolucionarios y progresistas de subir al parlamento, no es eliminado a pesar de ser una de las demandas democráticas más esenciales del pueblo kurdo. No se habla de la demanda de la clase obrera y de los oprimidos a la libertad de expresión, acción y asociación ni de la demanda de la libertad de la nación kurda y de las minoridades.
Esta constitución es una constitución golpista. Con este paquete, el AKP quiere ganar más fuerza en el poder político. Quiere fortalecer su base social bajo la apariencia de estar en favor de cambios.
Sin la acción y fuerza sancionable desde la base de la clase obrera y de los oprimidos, no es posible ni siquiera una constitución que se puede calificar como una constitución burgués liberal. Porque las constituciones representan la organización de las sistemas. Significan la legalización del balance actual de las fuerzas y de los caracteres de los regímenes. En la realidad, garantizan los privilegios y el poder de las clases dominantes.
En el proceso de las discusiones sobre la constitución, nuestro partido puso en el primer lugar la demanda del procedimiento y castigo a generales golpistas y echar la constitución fascista del 12 de septiembre al basurero. El partido ha formulado reivindicaciones políticas tales como el derecho del asalariado a sindicalizarse y a la huelga sin excepciones, educación en la lengua materna y la anulación del umbral electoral de 10 por ciento y las demandas sociales tales como el derecho a transporte, vivienda, salud y educación sin pago para todos, calificándolos como las reivindicaciones de la clase obrera y los oprimidos. El pueblo hará su constitución en la calle con su acción revolucionaria.