El Estado burgués turco actúa en esencia en el sentido de forzar a Assad a hacer reformas, en acuerdo con la política de EE.UU. El mayor temor del Estado burgués turco es que Assad realice reformas que proporcionan una autonomía limitada a los kurdos, o que los kurdos de Siria salgan de una situación caótica después de la caída del régimen de Assad con una autonomia parcial también con la intervención de las fuerzas imperialistas. 01 Julio 2011 /Boletín Internacional
A partir del mes de febrero, la oleada de rebeliones que ha cubierto el Medio Oriente entero se extendió también a Siria que es uno de los poderes más arraigados de la región y que juega un papel determinante en el balance de poderes en el Medio Oriente.El régimen del Partido Baaz liderado por Bashar Al-Assad que intento evitarse de tal oleada a través de varias promesas de reformas a partir del estallido de la primera rebelión en Túnez se fracasó en esta política de calmar el pueblo. De una manera parecida a lo que pasó en Túnez, la primera chispa de la rebelión en Siria también se encendió con la acción de un trabajador que se quemó el cuerpo. Durante de los siguientes meses, esta rebelión se volvió en enfrentamientos entre el pueblo y las fuerzas armados y policiales de Siria que se resultaron en las masacres en donde perdieron sus vidas cientos de personas. Los medios sociales tales como Facebook también jugaron un papel en estos movimientos. Los fundamentales reivindicaciones de los movimientos son "libertad, derechos humanos y el fin del estado de excepción que continua desde 1963". Los acontecimientosen Siria desarrollaron simultáneamente con la intervención de los imperialistas yanqui y europeos al proceso ante la realidad que la clase obrera y los trabajadores se volvieron en una fuerza determinante en la vida política de los países del Medio Oriente y África del Norte. El ataque a Libia fue el inicio de esta intervención que tiene el fin de la manipulación ideológica y superioridad política/puestos políticos. En Siria, el poder político se forma del Partido Baaz basado en la minoría alawita, tiene una postura occidentalista y es secularista. La gran mayoría de la población se consiste en los musulmanes de la denominación suní y en algunas minorías de distintas denominaciones. Siria es un elemento muy importante en el balance de fuerzas en la región con su papel en la cuestión palestina y su actitud hacia Israel. Aunque realizó algunos cambios parciales en sus relaciones con los EEUU y sobretodo con la UE en el periodo de Bashar Al-Assad, tiene una posición cerca al eje de Irán - Hezbolá en la política regional. El curso del movimiento popular en tal país ya está en el centro de atención de todos los países de la región, incluyendo el Estado burgués turco. El poder del partido de Baaz liderado por Al-Assad no es la alternativa más favorable por el imperialismo yanqui, sin embargo, no se existe por ahora otro foco de la oposición que pueda sustituir a Al-Assad sin causar un balance de fuerzas incontrolable y sin producir inestabilidaden la región. Siria es un país determinante en el sentido del balance de fuerzas en el Medio Oriente y ninguna fuerza que tiene objetivos políticos sobre la región quiere tomar el riesgo de desestabilizar la región con pasos arriesgados y producir importantes cambios en el balance de fuerzas. Los imperialistas pudieron considerar a los Hermanos Musulmanes que fueron aplastados después del asesinato de Anwar el-Sadat e internados por el sistema en Egipto, o a los monárquicos contra Gadafi en Libia, como una alternativa por el poder político a corto o largo plazo. Sin embargo, los Hermanos Musulmanes en Siria están muy lejos de ser una alternativa debido a varios motivos. Tienen una postura severa contra el poder político desde la masacre de Hama; hay países como Turquía y Saudí Arabia, con los sunís en el poder político y jugando un papel a nivel regional; y los Hermanos Musulmanes tiene tal carácter que pueden dar un impacto negativo totala la situación de Israel en la región. Tampoco sería posible de hablar sobre una oposición burgués liberal organizada en el país que se mantuvo bajo el estado de excepción durante de 46 años con la familia de Al-Assad en el poder. Las fuerzas de la oposición burguésconsisten enorganizaciones pequeñas que tienen una situación limitada y dividida. Las fuerzas del movimiento de liberación kurdo que es uno de los interlocutores más importantes del régimen en Siria mantienen relaciones equilibradas con Al-Assad.Ellas saben que uno de los escenarios en la condiciones de un derrocamiento de Al-Assad en Siria sería un proceso de liquidación total contra el movimiento de liberación kurdo. El Estado burgués turco actúa en esencia en el sentido de forzar a Assad a hacer reformas, en acuerdo con la política de EE.UU. El mayor temor del Estado burgués turco es que Assad realice reformas que proporcionan una autonomía limitada a los kurdos, o que los kurdos de Siria salgan de una situación caótica después de la caída del régimen de Assad con una autonomia parcial también con la intervención de las fuerzas imperialistas. Por esta razón, el Estado turco se evita de una intervención que pondría el régimen de Assad directamente en contra de sí mismo, tanto debido a la cuestión kurda como a causa de las políticas de EE.UU. Por otro lado, es plenamente consciente de que Siria sin Assad estará completamente fuera de control. A pesar de que se sabe las relaciones cercas del gobierno del AKP con organizaciones islamistas suníes, entre ellos los Hermanos Musulmanes, el AKP preve que estas organizaciones no sería una alternativa al poder en el futuro próximo. Por otra parte, debido a las relaciones del régimen de Assad con la India, China y Rusia, una intervención directa a Siria obviamente creará grandes tensiones entre las fuerzas imperialistas. Esto también refuerza la tendencia de las fuerzas regionales e internacionales al limitarse con obligar al régimen de Assad a las reformas correspondientes las necesidades del proceso de la globalización imperialista.
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